Navidad: Un sicólogo asegura que el crear esta ilusión no es malo ya que ayuda a la autoestima del menor, pero hay que permitir que el niño descubra por sí mismo la realidad de los regalos en el inicio de su adolescencia.
C on la llegada de l a Navidad, muchos niños esperan sus regalos, para los cuales, previamente, han escrito cartas a Papá Noel o al niño Jesús, en las que revelan sus deseos. Este mundo mágico, creado normalmente por los mismos padres, no es malo, lo peligroso es que el niño se entere de golpe que no es real, lo que puede desilusionarlo y hacerle ver a sus padres como unos mentirosos.
Según el sicólogo Jaime Torres, uno de los beneficios de creer en la existencia de Papá Noel es que aumenta la autoestima de los pequeños, ya que les ayuda a hacer una evaluación de las cosas buenas que han hecho en el año y, sobre esa base, ver si están en condiciones de pedir sus regalos.
“Las personas adultas sabemos que el niño crea una gran expectativa y ésta es parte de su pensamiento mágico, entonces, cuando uno intenta o tiene la mala intención de borrar el imaginario bruscamente, se crea una desilusión en los niños y cae esa imagen casi paternal, que puede interpretarse como la imagen de un ser querido que trae regalos a los niños. Eso, aunque en muy pocos casos, puede llegar a deprimirlo”.
El profesional asegura que no está mal crear esta ilusión en los niños, tampoco fomentarla, pero sí debe manejarse con cuidado, con sutileza y sin sobredimensionar al personaje o exagerar sus atributos, creando demasiada expectativa en los niños.
Aunque es positivo motivarlos a escribirle una carta, “solicitando los regalos y verán que con con tiempo ellos mismos se van a dar cuenta, a los 11 ó 12 años, que es parte de un imaginario que se crea en la niñez”.
Sin embargo, según Torres, es importante que cada persona actúe según sus creencias y su forma de vida, es decir, que no se debe forzar a una familia o sugerir a una persona que enseñe a sus hijos a creer en este personaje y en la misma Navidad si no es parte de su cultura o fue parte de su formación, ya que pueden provocarse otros problemas. “Todo debe realizarse según la crianza”.
Por ejemplo, en las familias pobres, agrega, el incentivar demasiado esta creencia y que el niño espere grandes regalos, que no llegarán, también puede inducirlo a deprimirse o bajar su autoestima. Por ello recomienda tener cuidado.
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