Fiesta: Las tiendas de cotillón ya tienen listos sus productos para despedir este año, principalmente sombreros.
Piñatas gigantes en forma de estrella o de botella, gorros y sombreros con diferentes diseños y vinchas escarchadas con el mensaje “2011” son sólo algunos de los artículos que se utilizarán para recibir al nuevo año la noche del viernes 31 de diciembre.
A diferencia de otros años, dice la propietaria de Cotillones Campanita, Maruja Paco, este 2010 las piñatas ya no serán elaboradas exclusivamente con plastoformo y pintura en soplete, cuya textura daba una sensación gruesa y tosca, sino que se empezaron a diseñar con cartulina y forradas con papel tornasol de diferentes colores.
La comerciante, cuyo negocio se encuentra en la calle Illampu de la ciudad de La Paz, señala que estos nuevos diseños también llevan en el centro un letrero de papel cuya leyenda dice “Año Nuevo 2011”. Como las piñatas son para adultos, estarán repletas de mixtura de colores y, según la familia o la fiesta, puede contener algunas sorpresas. Su costo, entre 35 y 50 bolivianos.
Según Gabriela F., otra de las vendedoras del sector, hay personas que prefieren mixtura blanca y otras que optan por las lila, naranja, verde, amarilla o un combinado colorido.
La blanca es la más económica, ya que la cuarta arroba cuesta 75 bolivianos, mientras que en el resto de los colores el costo es de 90 bolivianos.
En un recorrido, La Prensa comprobó que en los negocios de esta vía muchos operarios se encontraban en pleno trabajo de elaboración de los sombreritos u otro tipo de cotillón. Entre ellos se destacaban los conos forrados en diferentes colores y texturas para lucir en la cabeza. Por ejemplo, en la tienda Globo A, cien de éstos costaban 170 bolivianos.
Cotillones Campanita, en cambio, ofrece la misma cantidad a 150 bolivianos. Sin embargo, los precios varían según los detalles y el material que lleven, como cartulina, peluche, papel brilloso o de tornasol, papel crepé, además de alguna exigencia que el cliente requiera.
En el recorrido también se observó a tres mujeres que elaboraban sombreros, entre los que había petiteros, de mago —con una copa más alta— y cuyo costo por unidad era 15 bolivianos y por docena se entregaba a 80. No faltaron tampoco los típicos sombreros de cholita, aunque con un toque especial en la copa, que la hicieron redondeada.
René Cuiza, operario de Cotillones Leidi, se esmerada elaborando vinchas escarchadas con un letrero cuya leyenda decía “2011”. Muchos de estos productos obedecían a pedidos de último momento para festejos especiales. Algunos eran forrados con cinta y peluche y otros, sólo con papel celofán.
Elba Sánchez era ayer una de las pocas clientes interesadas en cotillón y contó que estos artículos serán llevados a Santa Cruz para las fiestas de fin de año.
También se vio una cantidad de cohetillos y fuegos artificiales, desde cuatro bolivianos hasta 580.
Para destacar
Los vendedores aseguraron que, a la fecha, recibieron pocos pedidos. Sin embargo, la gente los compra a última hora.
La docena de sombreros más grandes estaba entre los 89 y 90 bolivianos, especialmente en los de copa alta.
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