miércoles, 22 de diciembre de 2010

Navidad varía según los países y las culturas

Navidad no es la misma celebración en diversas culturas del mundo. Así, el fervor por el nacimiento de Jesús de Nazareth se expresa de distintas formas en los cinco continentes.
Mientras en América Latina, Italia y España, la Nochebuena se espera en familia alrededor de una mesa cargada de alimentos especiales y del árbol navideño lleno de adornos, regalos y luces de colores, en Asia las tradiciones navideñas son tan diversas como insólitas.
En los países latinos, las calles se iluminan con luces de colores, las plazas se llenan de ferias con productos típicos, las familias se reúnen en Nochebuena (24 de diciembre) con la misa del gallo a las doce de la noche, en Navidad (25 de diciembre) y el 31 de diciembre para despedir el año.
Comidas típicas como el cerdo o el pavo al horno, el salpicón de pollo, la picana, el cordero, y otras delicias como nueces y turrones son parte de las mesas adornadas con flores de Pascua y velas.
En Siria se cree que el camello de Jesús es el que trae los esperados regalos.
La tradición judía evidentemente no celebra la Navidad, pero durante el mes de diciembre coincidiendo con las fechas navideñas tiene la celebración del “Jánuka”, una festividad en la que los niños reciben regalos de parte de la familia. Esta festividad evidentemente sólo tiene lugar en el ámbito familiar y privado o en el caso de que se trate de escuelas religiosas judías.
En Alemania, por ejemplo, el día de después de la cena de Nochebuena, los niños esperan con impaciencia los regalos. Cuando suena una campanilla (que está colocada detrás de la puerta del salón), los niños salen corriendo porque saben que debajo del árbol se encuentran sus regalos, pero no podrán abrirlos hasta que no canten el tradicional villancico de Noche de Paz Stille Nacht, heilige Nacht.
En Bélgica tienen por costumbre salir a patinar el día de Navidad después de la típica comida familar. La familia al completo se pone los patines y se deslizan por los ríos helados. San Nicolás, visita el 4 de diciembre a los niños de las ciudades para comprobar que han sido buenos y dos días más tarde regresa para dejar regalos y caramelos a los que se han portado bien y una ramita en el zapato a los más traviesos.
A los finlandeses les gusta colgar de las ramas del árbol de Navidad hileras de banderas de países como símbolo de solidaridad entre pueblos y culturas. En Francia las Navidades comienzan el 6 de diciembre con la llegada de San Nicolás, que trae regalos a los niños, aunque el ambiente navideño se puede respirar desde el 25 de noviembre, día de Sainte Catherine.
En Irlanda, una de las tradiciones más singulares de la decoración navideña son las velas. Se coloca una gran vela blanca en la entrada de la casa o en alguna ventana. Esta vela la enciende el más pequeño de la casa el día de Nochebuena, un símbolo para dar la bienvenida a la Sagrada Familia y sólo podrá ser apagada por una niña o una mujer llamada María.
‘Un regalo, un poema’, es el lema navideño en el pequeño país de Letonia. La costumbre letona dice que en la Nochebuena justo después de la cena, hay que buscar junto al árbol los regalos, pero nadie podrá retirar el suyo sin antes recitar un pequeño poema.
Otra costumbre es reunir troncos de madera y encender con ellos hogueras en fin de año con la intención de acabar con todos los infortunios y problemas antes del nuevo año.
En Polonia el belén tradicional incluye títeres, algo único en el mundo.
En el pesebre hay un pequeño escenario teatral para las marionetas. Se suelen representar clásicos episodios del nacimiento de Cristo e historias satíricas y costumbristas.

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