sábado, 25 de diciembre de 2010

Las dudas del origen y fecha de Navidad

La Navidad (del latín nativitas: nacimiento) es una de las fiestas más importantes del cristianismo, junto con la Pascua y Pentecostés, que celebra el nacimiento de Jesucristo en Belén.

Es celebrada el 25 de diciembre por la Iglesia Católica, la Iglesia Anglicana, algunas otras iglesias protestantes y la Ortodoxa Rumana; y el 7 de enero en otras iglesias ortodoxas, ya que no aceptaron la reforma hecha al calendario juliano, para pasar al calendario gregoriano actual.

Los angloparlantes utilizan el término Christmas, cuyo significado es “misa (mass) de Cristo”. En algunas lenguas germánicas, como el alemán, la fiesta se denomina Weihnachten, que significa “noche de bendición”.

Las fiestas de la Navidad se proponen, como su nombre indica, celebrar la natividad (es decir, el nacimiento) de Jesús de Nazaret.

Dudas y controversias

Si bien para algunos historiadores la celebración de la Navidad histórica debería situarse en primavera (entre abril y mayo), y para otros -siguiendo el relato de Lucas 2:8, que indica que la noche del nacimiento de Jesús los pastores cuidaban los rebaños al aire libre y que el cielo estaba lleno de estrellas, es poco probable que este acontecimiento hubiera ocurrido en el invierno (hemisferio norte)-, el cristianismo mantuvo al 25 de diciembre como fecha convencional, puesto que en la primavera u otoño (según el hemisferio) se celebra la Pascua o resurrección de Jesús.

Según la Enciclopedia Católica, la Navidad no está incluida en la lista de festividades cristianas de Ireneo ni en la lista de Tertuliano, que son las listas más antiguas que se conocen.

La evidencia más temprana de la preocupación por la fecha de la Navidad se encuentra en Alejandría, cerca del año 200 de nuestra era, cuando Clemente de Alejandría indica que ciertos teólogos egipcios “muy curiosos” asignan no sólo el año sino también el día real del nacimiento de Cristo como 25 “pashons copto” (20 de mayo) en el vigésimo octavo año de Augusto.

Desde 221, en la obra Chronographiai, Sexto Julio Africano popularizó el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Jesús. Para la época del Concilio de Nicea I, en 325, la Iglesia Alejandrina ya había fijado el “Díes nativitatis et epifaníae”.

Tiempo después, el papa Julio I pidió en 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado el 25 de diciembre, y esta decisión fue decretada por el papa Liberio en 354. La primera mención de un banquete de Navidad, en tal fecha en Constantinopla, data de 379, bajo Gregorio Nacianceno.

En el Imperio romano, las celebraciones de Saturno durante la semana del solsticio, que eran el acontecimiento social principal, llegaban a su apogeo el 25 de diciembre. Para hacer más fácil que los romanos pudiesen convertirse al cristianismo sin abandonar sus festividades, el papa Julio I pidió en el 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado en esa misma fecha.

Algunos mantienen que el 25 de diciembre fue adoptado solamente en el siglo cuarto como día de fiesta cristiano después de que el emperador romano Constantino I el Grande se convirtió al cristianismo para animar un festival religioso común y convertir a los paganos en cristianos.

La lectura atenta de expedientes históricos indica que la primera mención de tal banquete en Constantinopla no sucedió sino hasta 379, bajo San Gregorio Nacianceno. En Roma, puede ser confirmado solamente cuando se menciona un documento aproximadamente del año 350, pero sin ninguna mención de la sanción por el emperador Constantino.

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