Tatuajes, modismos y exageraciones Un extremo enfermizo

Llamar la atención está de moda, la estética en la juventud lleva a extremos como llenarse el cuerpo de tatuajes o hacerse un corsé de piercings. Algunos llegan más lejos con sus looks, tomando formas de animales. El “hombre serpiente”, la “mujer vampiro” o el “hombre gato” se tatuaron y colocaron piercings hasta deformar su cuerpo, se animaron también a convertir su lengua en bífida y hasta a ponerse bigotes, similares a los de los felinos. una forma de expresión. Los tatuajes se constituyen como una forma de expresar pensamientos, sentimientos y creencias. Para algunos seguidores, este medio es un arte que refleja su pensar y sus ideas, a partir de los diseños, los cuales no tienen límites. Según José Q., el especialista de Tatto tatuajes, esta decoración del cuerpo —con piercing incluido llega a costar 300 dólares— “puede realizarse en cualquier parte del cuerpo donde la piel es suficiente como para introducir una aguja. Las áreas más populares, hoy en día, son la espalda, las costillas y el cuello”. Aunque José no preste los servicios, insiste en que no es peligroso: “El piercing de corsé está convirtiéndose en algo muy popular. Puede ser bastante doloroso pero no es peligroso, porque es superficial, es una herida abierta, por lo que debe limpiarse como cualquier herida, para prevenir la infección”. Según el psicólogo Carlos Velásquez, quienes se hacen tatuajes son personas que utilizan su “libertad individual”, sin embargo considera que al realizarlos también se deben tomar los cuidados que permitan no generar daños hacia sí mismos. De igual manera, el profesional aclaró que si la motivación es llamar la atención, existen mejores formas de decir las cosas, y el mensaje puede resultar aún más claro del que inicialmente se quiere dar.

Fama con dolor

Una joven británica de 22 años decidió colocarse 3.200 piercings en su cuerpo en una sola sesión, todo para superar el anterior récord Guinness y aparecer en el famoso libro.