jueves, 29 de septiembre de 2011

Corbatas para definir tu estilo

Jamás ha sido ni será un detalle más. Una corbata es el complemento perfecto que te puede identificar como un intelectual, un rockero, un vanguardista, un hombre chic, un deportista, un ejecutivo o un desastre de la moda.

Para lo que queda del año, las casas de diseño ya han dado muestras de las últimas tendencias de lo que se avecina en las pasarelas de Nueva York, Madrid y Venecia.

Con un aire ejecutivo chic se mantienen las corbatas en tonos lisos, destacando el amarillo, el rosa y azul, siempre en corte slim (delgadas). En la misma línea están las propuestas en cuadro escocés, caracterizándose por las combinaciones novedosas con líneas en tonos pasteles o mezclas como burdeos y plata.

Para los más formales y conservadores están las rayas tipo inglés, que permiten jugar con camisas que llevan líneas delgadas. Estos modelos permiten desde la inclusión de escudos de armas hasta la combinación osada de los colores de temporada: el rosa, el morado, el lila y los grises. Los contrastes son la clave de estos diseños.

Finalmente, para los más osados, los nuevos estampados proponen colores vibrantes, tonos pasteles y flores diminutas. Son ideales para destacar en las fiestas y los cócteles distendidos.

La corbata de lazo (pajarita o corbatín), el pañuelo, el fular (pañuelo grande para el cuello, de seda muy fina), la bufanda y la pashmina deben usarse con mucho cuidado y son recomendables sólo para acompañar prendas muy específicas, como el chaquet o el smoking, a menos que formen parte de un look más trendy y transgresor.

Lo que está totalmente prohibido: las corbatas muy gruesas —del material que sean, peor si son en texturas terrosas— los lazos tipo vaquero, usar la corbata del mismo color de la camisa y/o la chaqueta y los dibujos de personajes de comics (eso murió en la década de 1990).

Una sesuda elección
Si te resulta muy difícil elegir la corbata adecuada, tanto para tu ropa como para la ocasión, aquí te damos algunos consejos que te ayudarán en tu próxima compra.

En primer lugar, el diseño y estampado de una corbata debe ir siempre en contraste con la camisa que hayamos elegido, manteniendo una concordancia en cuanto a tonalidades. Por ejemplo si tenemos una camisa a rayas, no podemos combinarla con una corbata que tenga el mismo tipo de rayas, hay que optar por una que tenga líneas más gruesas que las de la camisa. Lo mismo ocurre si la camisa es de cuadros: éstos deberán ser más pequeños que los de la camisa, nunca del mismo tamaño.

También puedes decidirte a utilizar una corbata lisa si la camisa es estampada y viceversa.

En cuanto al color, el tono de la camisa y la corbata debe complementarse. Por ejemplo, una camisa en celeste pálido puede resaltarse con una corbata en azul cobalto o eléctrico. También puedes provocar contraste enfrentando el azul con amarillo o el gris con rosa o lila.

Si todavía te complicas, la camisa blanca es tu comodín, pues queda con todo. Eso sí, trata de que la corbata tenga relación o se complemente con el cuello de la camisa (por ejemplo, evita las con botones) y el tono del traje.












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