Los dueños de las tiendas ubicadas en la avenida Isabel La Católica ocupan no sólo las aceras, sino también parte de la calzada para exponer los productos navideños, como arbolitos, panetones, canastas y cohetes.
En la Oficialía Mayor de Defensa Ciudadana anunciaron que desde hoy vigilarán con más rigor la zona, pero ante todo usarán la persuasión para evitar peleas como el año pasado.
Los comerciantes argumentan que ocupan la calle sólo por Navidad y Año Nuevo, pero después se irán, como aseguró Inés Vargas, que llegó desde La Paz con panetones, galletas y sidra e instaló su puesto en La Ramada.
“Vengo desde hace 30 años a vender mis productos, pero este año las ventas no van bien y por ello espero que no me saquen de acá”, dijo Vargas.
Lucy Caballero vende canastos hechos de caña hueca que trae desde Cochabamba. “Yo sólo ocupo un pequeño espacio y por eso estoy en la calle; este año no he vendido nada, espero que no me desalojen”, manifestó.
Similar invasión del espacio público se ve en las calles Caballero, Quijarro y Suárez Arana del mercado Los Pozos.
“Hemos quedado pocos venteros porque los demás se fueron a la feria de Alto San Pedro”, indicó Antonia Montaño, que vende adornos navideños en la calle Quijarro.
El oficial mayor de Defensa Ciudadana, José Canudas, expresó que hoy saldrán a controlar los mercados del centro, pues su gente estuvo viendo los centros de los barrios más alejados, como el Plan Tres Mil.
Controlan el mercado del Plan Tres Mil
Funcionarios de la Oficialía Mayor de Defensa Ciudadana de la Alcaldía centraron ayer su atención en el mercado de la rotonda del Plan Tres Mil para desalojar a los comerciantes que ocupaban las aceras y las calles, además de que los conminaron a lavar el piso del centro de abastecimiento.
La supervisora de Fiscalización y Espacios Públicos, Marylin Puma, refirió que el operativo duró toda la mañana porque los gendarmes se quedaron a hacer cumplir la orden de repliegue de los comerciantes, pues muchos de ellos tienen puestos en el interior del mercado. Dijo que insistirán en mantener despejado el espacio público.
Fiesta de la humanidad
P. Raúl Arrázola | Párroco de Porongo
El regalo de regalos es el hijo de Dios encarnado. La Navidad es la fiesta de la humanidad porque el hijo del altísimo se volvió hombre, se encarnó para rescatar la dignidad del ser humano.
La Navidad nos invita a regalar el don de la reconciliación, de la paz y del amor. Entre las personas se debe regalar un encuentro verdadero, un clima familiar que nos lleve a ser más humildes.
También debemos abrir nuestros ojos a la realidad de la pobreza y de la marginación; la Navidad nos da sensibilidad, la cual debe ser sostenible para compartir más lo que tenemos en nuestra vida.
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