En algunas ciudades, los árboles de Navidad se erigen como grandes estructuras que se convierten en verdaderas obras de arte. Desde Londres y Roma a Nueva York y Río de Janeiro… estos icónicos árboles decorativos son un verdadero orgullo y deleite visual.
Londres. Adornando el Trafalgar Square desde 1947, este árbol es un regalo que la ciudad recibe cada año de los noruegos como gratitud a los británicos por todo el apoyo que recibió el país escandinavo durante la Segunda Guerra mundial. El árbol, de más de 20 metros de altura, se adorna con iluminación tradicional noruega que queda encendida a partir de la primera semana de diciembre.
Río de Janeiro. El árbol flotante más grande del mundo, situado en medio de la Lagoa Rodrigo Freitas, de Río de Janeiro, hace gala de la personalidad de la ciudad. Con 82 metros de altura y 450 toneladas de peso, se monta sobre una estructura flotante de 810 metros cuadrados en la laguna. El árbol es el centro de un espectáculo, que se repite cada noche, de aguas en movimiento, música navideña y luces.
Roma. El árbol de Navidad de Roma se erige al lado del Coliseo. La estampa de árbol, adornado e iluminado, junto al monumento romano, se ha convertido en una típica imagen de las navidades italianas.
Moscú. Este árbol es uno de los más apreciados por su emplazamiento en la Plaza Roja de la capital rusa y con la catedral de San Basilio por detrás.
Nueva York. Para el Rockefeller Center de Nueva York, el árbol lo elige especialmente un alto ejecutivo del Centro, que sobrevuela en helicóptero grandes áreas de bosques hasta dar con el árbol perfecto, que suele medir entre 23 y 27 metros. Es decorado con ocho kilómetros de cables con luces y unas 30.000 bombillas. En su extremo, una estrella de cristales Swarovski, de tres metros de diámetro y 250 kilos de peso, adorna el árbol.
Bogotá. El árbol se monta en el centro más turístico, la Plaza de Bolívar, ante la Catedral Primada, la mayor de las iglesias de esta ciudad. De gran tamaño y una gran profusión de colorido, este árbol navideño de plástico de 40 metros es adornado con más de 5400 luces.
Alemania. El mercadillo navideño y el tradicional árbol de navidad que adorna la plaza del Ayuntamiento, en Hamburgo (Alemania).
Origen del árbol de Navidad
El origen de esta costumbre tan arraigada en todo el mundo cristiano se remonta a la época de los druidas, cuyas creencias giraban en torno a la sacralización de todos los elementos de la naturaleza. Un gran abeto adornado conmemoraba a uno de sus dioses. Hasta que aproximadamente sobre el siglo VII, con la evangelización del centro de Europa, lo adoptó el cristianismo para conmemorar el nacimiento de Cristo.
El pino, por ser un árbol de hoja perenne, se relaciona con el amor eterno que emana de Dios. Sus primeros adornos eran manzanas y velas; las primeras simbolizaban el pecado original, mientras que las velas querían reflejar la luz de Cristo.
Las manzanas, poco a poco, se fueron sustituyendo por bolas y otros adornos, y las velas pasaron a ser luces eléctricas y “leds”.
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