sábado, 24 de diciembre de 2011

Nace Jesús y llega la esperanza

Aunque la Navidad tiene un denominador común, el nacimiento del niño Jesús, en los países a nivel mundial se vivirá de manera distinta. Con la renovada paz instaurada en Irak con el retiro de las tropas norteamericanas, a las costas japonesas que continúan su reconstrucción tras el tsunami que removió sus bases en mayo. En Turquía la cotidianidad también regresa después de verse sacudida por la fuerza de la tierra que registró 8 grados sobre la escala de Richter en noviembre. Con fe, devoción y esperanza estos pueblos del otro lado del continente, como los de nuestro lado, hacen una pausa a la guerra y al dolor para darle una oportunidad a la esperanza.

Protestas. La primavera árabe comenzó en enero y se llevó a cinco dictadores con su irrefrenable brisa. No vino sola. Para marzo la disconformidad se contagió como un virus y se propagó por Europa. Estalló en plena crisis económica en España, y fue el inicio de una movilización que dio vueltas al mundo. Un grupo de activistas, los indignados, se movilizaron contra la desigualdad social. Para septiembre, la fuerza de sus cánticos se instalaron en el corazón mismo del capitalismo. Wall Street. En Sudamérica los protagonistas fueron los estudiantes chilenos que también por fin de año hacen una tregua en su lucha por una educación "gratuita y de calidad".

Enfermedades. El 2011 comenzó auspiciosamente con la celebración de los presidentes de Paraguay, Fernando Lugo, y de Brasil, Dilma Rousseff, por haber superado cada uno un linfoma. Sin embargo, a mitad de año Venezuela y todo el continente quedaron estupefactos: Hugo Chávez estaba grave. Meses después un Lula da Silva rapado terminó por convencer que nadie estaba a salvo.

Fraternidad
Celebraciones a la manera de Latinoamérica

Venezuela. Las patinetas se volvieron una tradición. Se trata de la organización de un evento en la calle, en el que la gente se calza los patines o se sube en las patinetas, monopatines o bicicletas y empiezan a andar todos juntos por el lugar. El festejo se realiza al aire libre.

México. En el sur de México, en Oaxaca, la noche del 23 de diciembre está centrada en un vegetal: el rábano. Cientos de agricultores y artesanos muestran su arte, tallado sobre los tubérculos en forma del Portal de Belén o la Virgen María. El favorito de los presentes gana un premio.

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