En esta época personas de todas las edades esperan con ansias el festejo de Nochebuena. La Navidad llega acompañada de artículos decorativos que refuerzan el espíritu navideño.
Se acerca la Nochebuena y en los hogares ya están armandos los pesebres, con diferentes materiales, y solo esperan el nacimiento del Niño Jesús, el 24 a la medianoche. El olor a pino fresco característico de las antiguas navidades invade algunos hogares cochabambinos.
Ahora las personas comienzan a acudir a la feria navideña y a otros lugares comerciales para adquirir los tan preciados y variados adornos que año tras año nos regala la naturaleza.
Entre ellos destacan los pinos naturales, musgos, plomos, tepes, velas y otros; artículos que son los principales símbolos de tradición regional, los que son comercializados y puestos a la venta desde el primero de diciembre, pero el cultivo y la recolección tiene mucho tiempo de anticipación para la venta de cada fin de año.
PINOS NATURALES
Esta fiesta de fin de año no se luciría mucho sin el tradicional árbol de Navidad, pues casi todas las familias, empresas e iglesias, arman el arbolito como uno de los símbolos de la Navidad.
Pese a la aparición de árboles artificiales, duraderos y de precios accesibles, existe la alternativa de comprar el tradicional pino natural.
En Cochabamba los pinos naturales se venden en ferias y viveros. Su comercialización es menor en relación a los productos de plástico, que poco a poco dejan de lado la tradición del pino natural.
Estos que se comercializan durante los días cercanos a estas fiestas y principalmente provienen de la zona de Tiquipaya, donde existen familias enteras que se dedican su cultivo durante todo el año, para así realizar la comercialización en esta época.
Uno de los productores es José Aguilar que junto a su familia, lleva más de 40 años en el negocio de los pinos navideños.
Producción de pinos
Para abastecer el mercado cochabambino los productores de Tiquipaya trabajan durante todo el año, ocupándose día a día de cada plantín de pino.
La familia de don José se encarga de dar vida a los pinos, ocupándose desde la semilla hasta la extracción y comercialización.
Este proceso comienza por la siembra de cada semilla de manera especial. “Lo que nosotros hacemos es remojar las semillas para luego sembrarla individualmente en una bolsa plástica pequeña. Luego esperamos una temporada para cambiarla otra más grande y finalmente plantarla en tierra para podarla y darle forma” mencionó José Aguilar.
Los pinos que generalmente se cultivan para época de Navidad es el pino ciprés, tradicional por su color y olor. Otra variedad solicitada en la temporada de manera reducida es el pino limón con una variación en su colorido.
Estos pinos crecen paulatinamente con el tiempo. Los plantines crecen aproximadamente 30 centímetros de alto en un año dependiendo del cuidado que reciban. Entre los básicos están el agua, fumigado y observación constante, son algunos de ellos.
“Un pino promedio de 1.50 metros de alto crece alrededor de dos a tres años para que se lo pueda poner a la venta” comentó Aguilar.
En este tiempo, el cuidado es intenso. “Cada temporada se aplican diferentes técnicas de poda, muchas de ellas modernas que son traidas del exterior” mencionó Ericka Casias, esposa del productor.
Según José Aguilar, al año se almacigan mil plantines para cubrir el mercado local. “Debemos almaciguar muchos plantines porque algunos se pueden secar y luego no podríamos cubrir esa cantidad. Además es bueno para cuidar el medio ambiente” mencionó.
Venta y distribución
A mediados de diciembre, la familia Aguilar, así como muchos productores de pinos, ofrecen sus productos a los compradores, comerciantes y revendedores de la feria navideña ubicada en la zona sur de la ciudad.
Estos pinos se venden por cantidad a las revendedoras con precios aproximados desde Bs 40 hasta 200 bolivianos.
Los costos varían según el tamaño, follaje y altura. “Un árbol de tres metros de altura puede costar alrededor de 200 bolivianos o más, dependiendo el follaje que tenga y lo coposo que sea” mencionó Casias.
Por otro lado, existen personas que adquieren estos pinos en los distintos viveros de la ciudad. Algunos los conservan en macetas o los plantan en sus jardines para evitar desecharlos después de las fiestas navideñas.
ARMADO DEL PESEBRE
Además del tradicional árbol, el pesebre es otro símbolo representativo de la Navidad en el que muchos se esmeran para que este luzca hermoso.
En los lugares de comercialización de productos navideños existen muchas variedades de plantas y elementos de la naturaleza que sirven para adornar el pesebre del Niño Jesús.
Entre estos se destaca el plomo, uno de los más comunes y solicitados. En algunas ocasiones, los recolectores de este material, lo ofertan junto con sus ramas de origen, sacadas de los árboles.
Estos productos son traídos desde las provincias de Chapare y Ayopaya, pues en estos lugares el clima es favorable para su crecimiento. Ya en la ciudad, las comerciantes venden el plomo en su forma natural o lo tiñen con colorantes vegetales.
“Nosotros teñimos el plomo porque la gente quiere variedad, los verdes, rosados, azules, celestes turquesa, amarillos son los más solicitados” mencionó Jannette Quiroga, comerciante de la Feria Navideña.
El musgo o alfombrita es otra planta muy buscada para la decoración y es traída desde el Chapare.
También existen plantas que llegan desde el occidente del país, como ser las llamadas velitas o “wawa gogo”, las mismas que son recolectadas de los cerros. “Crecen entre la paja brava en el altiplano y se las puede encontrar con facilidad, pero no se puede hacer crecer acá porque se mueren por el clima” mencionó Quiroga.
Las piñas navideñas, son recolectadas principalmente dentro del Parque Nacional Tunari de aquellas zonas donde existen árboles de pino.
Además, existen otros productos como acerrín teñido y paja que se encuentran a la venta.
NOVEDADES
En la Feria Navideña los comerciantes ofrecen pesebres realizados con productos de la naturaleza. En el fondo de estos implementos es crear un objeto que se asemeje al pesebre del Niño Jesús.
Algunos son elaborados con cañahueca, otros con pajas y maderas; y son vendidos en diferentes precios según el tamaño que se desee. Los más caros pueden costar aproximadamente 80 bolivianos. Los comerciantes también ofrecen delicadas cunas elaboradas de paja, las que son traídas desde Oruro y La Paz.
Algunos comerciantes ofrecen plantines de albahaca para aromatizar el entorno del pesebre, macetitas de maíz y trigo y las llamadas “pirañas” traídas desde el altiplano boliviano.
Todos estos productos de la naturaleza junto con los árboles de pino son los elementos principales en la decoración, los que embellecen esta fiesta con su colorido, textura y aroma. Además, fortalece el espíritu navideño de todas las personas quienes celebran el nacimiento de Jesús.
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