jueves, 4 de diciembre de 2014

La inspiración viene del árbol

El tronco, las ramas, la estrella, los globos, los lazos, las luces, el pedestal. La típica conífera llena de luces y colores que engalana los hogares, comercios y calles durante estas fiestas, además de ser uno de los elementos decorativos más emblemáticos de la Navidad, también puede servirnos de inspiración para que nuestra vida vaya a mejor en el año que comienza.

La psicóloga Noemí Fernández, directora de ISEP Clínica Granada (granada.isepclinic.es), expone a Efe una serie de consejos prácticos y estrategias psicológicas para crecer y mejorar en cada una de las siguientes facetas de nuestra vida, representadas en el árbol navideño, ya sea natural o artificial:

CONSEJO 1: El tronco

Simbolismo: Nos representa a nosotros mismos, a nuestra parte interior y más esencial.

Recomendable: Para crecer como personas y mejorar nuestro ‘yo interior’ deberíamos de hacer una revisión de quiénes somos y evaluar si estamos contentos o no con la persona en la que nos hemos convertido”, sugiere Noemí Fernández.

Esta experta nos aconseja valorar “cada faceta de nuestra personalidad (relación con los demás, rendimiento y funcionamiento mental) en una escala de 0 a 10 en función del grado de satisfacción que tenemos con ella” para, de este modo, poder comprobar en qué facetas estamos más insatisfechos y por lo tanto deberíamos de trabajar para mejorarlas.

A partir de dicha valoración podríamos sacar nuestros propósitos para el nuevo año, recalca.

Desaconsejable: La especialista recomienda evitar el conformismo y el victimismo, ya que ambas cosas conducen a la pasividad y por tanto nos impiden mejorar.

CONSEJO 2: Las ramas

Simbolismo: Representan a nuestro grupo familiar más cercano, a nuestros lazos de sangre.

Recomendable: Fernández sugiere comprobar si estamos manteniendo unas relaciones de calidad, es decir, no pasar el tiempo con ellos, lo que supone unas relaciones de cantidad, sino aprovechar el tiempo y disfrutar a tope con la familia, aunque no pasemos todas las horas que nos gustaría con ella. “Vale más un minuto de dedicación plena que dos horas de presencia física sin implicación”, enfatiza.

Desaconsejable: Por el contrario, hay que evitar poner excusas que nos impidan pasar tiempo con la familia, ya que siempre se puede sacar un hueco de calidad para disfrutar con ella, añade la experta.

CONSEJO 3: La estrella

Simbolismo: Representa nuestro objetivo principal o “norte” en nuestra existencia.

Recomendable: “Podemos hacer el ejercicio del camino de la vida, dibujando nuestro recorrido personal desde nuestro nacimiento hasta el momento presente y continuarlo fijando metas a conseguir desde hoy en adelante”, señala Fernández.

De este modo revisamos un poco nuestro pasado y los objetivos conseguidos, lo cual nos da una perspectiva más idónea para proponer nuevas metas, añade.

Desaconsejable: Esta psicóloga desaconseja fijarse metas imposibles de conseguir, ya que hay que ser realista con las posibilidades de cada uno y dividir las metas en pequeños objetivos que podamos ir alcanzando poco a poco y que nos pongan en disposición de conseguir la meta final.

CONSEJO 4: Las luces

Simbolismo: Representan nuestras guías e inspiraciones espirituales o filosóficas.

Recomendable: Noemí Fernández aconseja revisar nuestros valores y ver si éstos aún nos son de aplicación a día de hoy. “Los valores que nos movieron de pequeños no tienen por qué ser los mismos que lo hagan de adultos o, a lo mejor, no de la misma forma. Habría que revisarlos, para ver si nos generan algún conflicto y, por tanto, tenemos que adoptar nuevos valores en reemplazo de los que ya no nos son de aplicación o reafirmarnos en los que ya teníamos, si consideramos que siguen siendo el motor de nuestra vida”, señala.

Desaconsejable: Esta psicóloga señala que “guiarnos por valores introyectados, es decir aceptados sin cuestionamiento, de nuestros padres, personas de referencia o autoridades es algo que deberíamos evitar”.

CONSEJO 5: Los globos

Simbolismo: Simbolizan nuestros “tesoros” o posesiones materiales y nuestra prosperidad económica.

Recomendable: Para la psicóloga hay que trabajar por conseguir la estabilidad económica, pero que esto no se convierta en una obsesión.

Las cosas materiales son importantes, pero una vez cubiertas nuestras necesidades, no inciden directamente en nuestro bienestar emocional. Son las cosas espirituales las que lo hacen y son las que tenemos que cultivar con más ahínco, señala.

Desaconsejable: En cambio, Noemí Fernández desaconseja obsesionarnos por conseguir cada vez más, dejando de lado otras cosas importantes que nos hacen sentir bien con nosotros mismos, como las relaciones personales.

CONSEJO 6: Los lazos

Simbolismo: Representan los vínculos con nuestra pareja, amigos y seres queridos.

Recomendable: “Como seres sociales que somos, las relaciones personales son una auténtica necesidad y, por tanto, debemos de fomentarlas como una prioridad en nuestra vida. Hay que buscar huecos semanales para dedicar tiempo de calidad para relacionarnos afectivamente”, señala esta psicóloga.

CONSEJO 7: Relaciones

Amor: Noemí Fernández nos propone una frase significativa o mensaje positivo para tenerla presente como recordatorio durante el 2015 y que nos ayude a mejorar nuestra relación con nuestra pareja. Refuerza a tu pareja siempre que puedas y no olvides que él decide todos los días seguir teniéndote en su vida.

Los amigos: Cultiva su amistad con esfuerzo y de este modo durará para siempre. Un amigo lo es en todas las circunstancias: buenas y malas.

Los seres queridos: Dedica diariamente un minuto de tu tiempo en pensar en ellos o mandarles un pequeño mensaje y, de esa manera, los llevarás siempre contigo aunque estén lejos.

Desaconsejable: Por otra parte, esta experta recomienda evitar el aislamiento, ya que ciertos momentos de soledad son sanos, pero a veces se corre el riesgo de acostumbrarnos al aislamiento social y personal.

CONSEJO 8: El soporte o pedestal

Simbolismo: Representa nuestras creencias y las raíces o conexiones con el mundo exterior.

Recomendable: Para Fernández debe de existir una conexión entre lo que creemos y lo que hacemos. De no ser así, nuestro soporte se tambalea.

Esta psicóloga recomienda revisar de qué modo podríamos transformar nuestras creencias en formas de conducta afines y abandonar aquellas otras que nos hacen sentir impostores porque no creemos en ellas. Hay que seguir el lema de “Haz lo que creas y no lo que debas”.

“Aunque nos podamos equivocar, aprenderemos porque nos sentiremos responsables de nuestros actos y podremos mejorar. De lo contrario, nos refugiaríamos en la culpabilidad y no habría posibilidad de crecimiento”, señala.

Desaconsejable: Según la especialista conviene evitar comportarnos como los demás esperan que lo hagamos, porque si lo que los demás esperan justo lo que nosotros queremos, estupendo!, pero en caso contrario seguramente ser· un desacierto del cual nos arrepentiremos. /



LO DIJO:

"Para seguir nuestro objetivo o ‘norte’ vital, cuyo símbolo es la estrella que corona el árbol, podemos hacer el ejercicio del camino de la vida, dibujando nuestro recorrido personal desde nuestro nacimiento hasta el momento presente y continuarlo fijando metas a conseguir, desde hoy en adelante”



Noemí Fernández | psicóloga

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