jueves, 21 de julio de 2011

Liliana Castellanos

Tu nombre es una marca registrada y reconocida a nivel internacional ¿Cómo se llega a ese nivel?

Hay mucho camino recorrido en esta historia, más aún desde Bolivia, donde es más difícil, y peor aún en el campo de la moda. Desde la creación de nuestra marca supimos que el objetivo era muy claro: sacar un producto que acompañe al esfuerzo de promocionar las particularidades y bondades de un diseño, de un producto único y de un sello con ambiciones nobles para llevar el sueño de muchos bolivianos, nuestra gente, por el largo y competitivo mundo de la moda.

¿Cómo supiste que ibas a ser diseñadora?

Desde pequeña tuve una voz interior muy fuerte sobre mi vocación y no dudé ni un instante cuando tuve que salir de mi hogar para hacer este largo camino que lo siento como un apostolado.

¿Cómo encontraste tu norte?

En el año 1995 ya tenía un largo recorrido en cuanto al diseño individual en la línea de fiesta, pero mi vena de empresaria me empujaba a un emprendimiento mayor. Ya había analizado el proyecto de la moda con lana de camélidos y sabía del desafío que significaba, pero ya nada podía hacerme retroceder. Me siento embajadora de las manos bolivianas porque viajo promocionando la riqueza de nuestro país.

¿Qué hace especiales a los diseños de Liliana Castellanos?

Tal vez, el hacer las cosas con amor y perseverancia; además de invertir mucho en la parte creativa para darle a cada colección un toque individual.

¿Qué momento hizo posible que tus diseños se conviertan en atuendos de alcance internacional?

Cuando comenzamos a viajar a ferias de París, Versalles, Düsselford, Moscú... sentimos en los clientes un feeling directo sobre el potencial del producto.

¿Sacrificaste algo para llegar hasta donde estás?

Sin duda. Todo el plano personal y familiar fue postergado, y afectado en muchos momentos para poder darle a este emprendimiento alma, vida y corazón.

¿Qué te falta por hacer?

Creo que ahora debemos consolidar los mercados nuevos y agregar otros proyectos adicionales a la marca. En lo individual, creo que ya llegó la hora de darle más tiempo al campo personal y familiar.

¿Sientes que tus sueños se han hecho realidad?

El ser humano por esencia siempre busca más, pero en definitiva creo que en la esencia de este proyecto pudimos —junto a José Luis Noya, mi socio— crear algo importante y con mucho esfuerzo: una marca boliviana para el mundo.

¿Qué es lo más importante para ti, además del trabajo?

Creo que en todo lo que el ser humano siente y camine por la vida hay algo sustancial, que es el poder dejar una huella. Siento que en nuestra empresa, nuestra gente agradece que ya sean varios años los que vamos haciendo escuela en el oficio de la alta sastrería.

Talento nacional
“La mano de obra boliviana es muy talentosa y el poder guiar ese talento dentro de las exigencias, y tendencias internacionales nos permite seguir avanzando en consolidar mayores mercados”.

En el país
Según Liliana, “desde que Pablo Manzoni organiza el Bolivia Moda hay una tendencia especial en el modo de incentivar a nuevos talentos”.

Exclusivo
Lucir alguno de los diseños de Liliana Castellanos, según la creadora, representa “una buena alternativa dentro del concepto de las fibras naturales y de un producto único, casi hecho a mano”.

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