lunes, 31 de diciembre de 2012

Nueva Zelandia, Australia e Islas del Pacífico Sur, los primeros en celebrar el Año Nuevo

as islas del Pacífico Sur, seguidas de Nueva Zelanda y de Australia con sus tradicionales fuegos artificiales en la bahía de Sidney son los primeros países en celebrar la llegada del nuevo año 2013, que se ensombreció en Venezuela ante las inquietantes noticias sobre el estado de alud del Presidente Hugo Chávez y que no disipará totalmente las nubes en la zona euro.

En Caracas, se suspendió el tradicional concierto de fin de año celebrado en la plaza Bolívar, debido a las noticias sobre la salud del Presidente Hugo Chávez, ingresado en La Habana después de someterse a una cuarta operación contra el cáncer que padece.

Tampoco habrá celebraciones en Siria, donde todos los intentos de mediación fracasaron y la violencia entre rebeldes y fuerzas leales al régimen dejó más de 45.000 muertos en 21 meses, según una ONG.

Las celebraciones serán más modestas que de costumbre en el sur de Filipinas, tras el paso del tifón Bopha que causó más de mil muertos a principios de diciembre, aunque cerca de 200 personas ya resultaron heridas por petardos.

En India, el ejército anunció la anulación de todos sus desfiles de Año Nuevo debido a la conmoción que provocó la violación colectiva y posterior muerte de la estudiante de 23 años, último ejemplo de la violencia que sufren las mujeres en ese país.
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En otros lugares del mundo, se cumplirá con las tradiciones.

Más de 1,5 millones de personas asisten a los fuegos artificiales que cada año surcan el cielo en la bahía de Sidney, iluminando su famosa ópera con forma de velas marinas.

En Europa, las celebraciones comenzarán en Rusia, con fuegos artificiales en la Plaza Roja de Moscú, sobre el Támesis en Londres después de que el Big Ben marque la medianoche con sus 12 campanadas y en otras muchas capitales europeas, desde Estocolomo a Lisboa pasando por la Puerta del Sol de Madrid.

En cambio, no habrá fuegos artificiales en París donde, como cada año, se espera la afluencia de decenas de miles de personas, muchas de ellas turistas, a los Campos Elíseos y al pie de la Torre Eiffel para celebrar el paso al año 2013.

En Nueva York, cientos de miles de personas se darán cita en Times Square para asistir a una tradición de más de un siglo de antigüedad: el descenso de una bola de cristal multicolor a lo largo de un poste durante 60 segundos, hasta la medianoche.

En el continente africano, Nelson Mandela, convaleciente después de 19 días ingresado en un hospital, pasará la noche de Año Nuevo en familia. El Presidente sudafricano, Jacob Zuma, llamó a sus compatriotas a rezar para que el héroe de la lucha antiapartheid y premio Nobel de la Paz 1993 pueda soplar las 95 velas el próximo año.

Por primera vez, la Birmania budista, que dejó atrás décadas de aislamiento para sumergirse en una transición democrática, celebrará el acontecimiento al unísono del planeta con un espectáculo pirotécnico previsto en Rangún en presencia de 50.000 personas.

El cambio de año tendrá un sabor particular en Timor Oriental, protagonista de una sangrienta transición hacia la democracia: diez años después de la independencia, la fuerza internacional de la ONU se retira oficialmente del país este lunes.

En Japón, las familias suelen aprovechar estos días para acudir a los templos antes de sentarse delante de la televisión para ver el programa de fin de año "Kohaku Uta Gassen", seguido por un 40% de los japoneses.

En Dubai, grandes fuegos artificiales iluminarán las 200 plantas del Burj Jalifa, la torre más alta del mundo, mientras de fondo suena la música sinfónica tocada en directo por la Orquesta Filarmónica de Praga.

En Río de Janeiro, los fuegos artificiales que durarán 16 minutos podrán verse desde la playa de Copacabana.

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