miércoles, 19 de diciembre de 2012

En El Alto, panetones caseros cuestan entre 1 y 20 bolivianos

En medio de una masiva oferta industrial, artesanos y panificadores alteños se abren campo con una vasta y original oferta de panetones navideños que, además de competir en precio con los elaborados en fábricas, cuentan -según afirman- con el plus de un preparado personalizado y “casero”.

En diferentes mercados y áreas comerciales de El Alto se observan panetones y roscas navideñas identificadas como: La Esperanza, Aromeño, José Manuel y Ramírez, entre otros, iniciativas de personas que, según comentan, accedieron a créditos de diversas financieras que ayudan a este tipo de emprendimientos.

Desde hace varios días, doña Jacinta Quispe de Ramírez ofrece los panetones Ramírez en la avenida Antofagasta de la zona Villa Dolores.

“Estoy atendiendo pedidos que nos hicieron las caseritas de la avenida Antofagasta y otras calles de Villa Dolores. Lamentablemente la época de lluvia parece estar en nuestra contra, ya que nos perjudica en la distribución”, afirmó la entrevistada, mientras mostraba sus productos empaquetados en llamativas y coloridas cajas “que nada tienen que envidiar a las que ofrecen las grandes empresas”.

Precios competitivos

La apuesta de estos panetones, elaborados por el esposo y los hijos de doña Jacinta, es competir con las industrias grandes gracias a su bajo precio, pues hay piezas desde uno hasta 20 bolivianos.

“Los de 20 bolivianos tienen un juguete de regalo y, si se fijan, por la presentación nadie diría que son caseros, hechos en un horno de Villa Exaltación”, señaló la casera que confesó que en días de alta demanda utiliza hasta diez quintales de harina para cocinar cientos de panetones.

“Atendemos pedidos desde la ex tranca de Río Seco, la avenida Antofagasta, la avenida Tiwanaku, hasta la zona 16 de Julio”, declaró la entrevistada, quien afirmó que para capitalizarse accedió a un crédito de una empresa financiera.

Con precios también económicos que van desde siete hasta diez bolivianos, en las calles alteñas se venden los productos La Esperanza, Aromeño y José Manuel, todos elaborados en cocinas de hogares o en hornos semiindustriales en los que durante el resto del año se elabora pan.

Sigue la recolección de juguetes
La tradicional telemaratón navideña de la Fundación Cuerpo de Cristo y una similar iniciativa del brazo social del gobierno municipal de El Alto entran en su recta final de sus campañas de recolección de juguetes para niños.

El viernes y sábado pasado, la campaña “Un juguete, una sonrisa”, organizada por la Alcaldía, recolectó más de 22.000 juguetes, que era la meta inicialmente fijada, por lo que desde el municipio se informó que los aprestos continuarán en los 14 distritos alteños.

Mientras que la iniciativa “Por la sonrisa de un niño alteño”, liderada por el padre Sebastián Obermaier, tendrá recién su punto alto este viernes en la plaza Mayor de San Francisco de La Paz.

La misión es recolectar 40.000 juguetes y para ello, además de los recorridos por diversos barrios de ambas urbes, los organizadores acudieron a la solidaridad de autoridades y empresarios.

En días pasados se firmó un convenio para que ambas campañas trabajen de manera conjunta en beneficio de los niños alteños.


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