Más de dos millones de personas se esperan este lunes en la playa de Copacabana, en Rio de Janeiro, para los típicos fuegos de artificio y conciertos que marcarán la llegada del año 2013.
Como lo dicta la tradición, cariocas y turistas, vestidos todos de blanco, harán sus ofrendas a Yemanja, la diosa del mar del candomblé, un rito afrobrasileño. Los fieles van a lanzar flores blancas al mar esperando que todos sus sueños se hagan realidad.
El lunes por la mañana miles de vacacionistas ya aprovechaban la playa bajo un cielo azul y una temperatura de unos 30 grados centígrados, algo más fresco que los últimos días.
La última semana, los termómetros marcaron hasta 43,2 grados, las temperaturas del verano austral más altas desde 1915, según los servicios meteorológicos.
En la medianoche, 2,3 millones de personas -de las cuales unos 752.000 turistas, un alza de 6% sobre el año pasado- asistirán al show pirotécnico en esta playa de más de 4 kilómetros de largo, indicó la empresa municipal de turismo, Riotur.
En total, 24 toneladas de fuegos artificiales serán lanzados durante 16 minutos desde 11 embarcaciones ancladas en el mar por medidas de seguridad. Serán comandadas por computador desde uno de los hoteles ubicados a la orilla del mar.
Numerosos cruceros ya están instalados en la bahía para asistir a esta fiesta de Año Nuevo y toda la circulación estará cerrada para los vehículos en el barrio de Copacabana desde las 18H00 locales (20H00 GMT).
Cuatro escenarios fueron montados para los conciertos de cantantes brasileños que durarán hasta las tres de la madrugada. Para ello, 36 torres acústicas se instalaron a lo largo de la playa.
Como todos los años, la seguridad fue reforzada con unos 2.000 policías para asegurar la tranquilidad de estos masivos festejos.
En Sao Paulo, la capital económica de Brasil, unos dos millones de personas eran esperadas igualmente en la Avenida Paulista, el corazón financiero de la metrópoli. Unos 2.800 policías serán movilizados.
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