Por costumbre celta globalizada desde hace una década aproximadamente, algunos niños y jóvenes paceños, en la última noche de octubre salen a las calles disfrazados de personajes terroríficos.
El comercio de máscaras, sombreros, juguetes macabros, túnicas, heridas y sangre artificial, además de las tradicionales calabazas y baldes terroríficos con consignas de “Dulce o Truco” para recibir los caramelos, aumentan la demanda en estos últimos días, según pudo evidenciar EL DIARIO.
LA VENTA DE DISFRACES
En la zona Sur, la comerciante María Colque dijo que “para este año la novedad son las máscaras terroríficas y las más tenebrosas heridas pagables que a simple vista parecen reales, además de la sangre que parece de verdad”dijo.
Explicó que cada año, los clientes son más exigentes con los disfraces, por lo tanto, como comerciante necesita estar al día con las novedades que salen en el exterior, tanto en maquillaje como en vestimenta.
“Lo que más se exige ahora son productos de alta calidad para maquillar, porque esto ya se ha convertido en un arte y en cada gestión se tiende a mejorar en el realismo para ocasionar miedo”, comentó la entrevistada.
Remarcó que en el transcurso de los próximos días se podrá encontrar mayor cantidad de disfraces y objetos sugestivos como guinchas en forma de cuchillos, gotas para simular un derrame en los ojos y pintura que simulen bien los golpes y heridas.
De los precios aseguró que oscilan entre Bs. 25 hasta Bs. 500, dependiendo del producto y su procedencia.
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