Armani cambió la paleta de colores diversificados por una más sobria en tonos de gris: carbón, antracita, azuloso, verdoso... Los hombros son anchos, la silueta nítida, el abrigo amplio cubre trajes de franela o camisetas de seda ajustadas. Entre las prendas favoritas del diseñador aparecieron blazers cortados y estructurados, aunque no faltaron los de tres cuartos de largo.
Pensando en los inesperados cambios de temperatura, tan frecuentes en todas las latitudes, Armani ha optado por presentar conjuntos en que se viste como una cebolla: abrigos sobre una chaqueta y un chaleco que puede ser eliminados con los primeros rayos de sol.
"El gris es el color del hombre", explicó Armani. Por ello presentó 50 tonos del gris en materiales y tejidos que van desde el raso brillante hasta el paño opaco.
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