Navidad se convirtió en una fiesta de comercio y gastos

La Navidad trae consigo compras, buenos deseos, tarjetas y votos de renovación, un ambiente festivo que no es vivido por todos pues mientras en las calles se ve un incremento de personas necesitadas, las ferias y mercados rebalsan de consumidores que buscan regalos, adornos y comestibles.
En un paseo por los diferentes comercios de la ciudad se pudo ver el trajín de la población para abastecerse de elementos para la noche buena. Según lo ofertado por diferentes comerciantes el costo del árbol, pesebre, figuras del nacimiento, adornos, luces, bebidas y alimentos para la cena de navidad para una familia de seis integrantes, el gasto con la compra de lo más “económico” llega a los mil bolivianos.
Por otro lado, en las tiendas de juguetes los propietarios indican que las compras de la población se dirigen a las marcas que son publicitados en los canales de la televisión por paga. Según el análisis de la socióloga Ximena Gutiérrez, la esencia de la Navidad es el recordar y fortalecer el mensaje espiritual, histórico y social de quien liberaría a su pueblo, daría paz, amor, seguridad y respeto. Durante mucho tiempo, el cristianismo mantuvo esa dinámica, pero al pasar del tiempo se incorporó el mercantilismo que la transformó en comercio. En lugar de ser una celebración para recordar a Jesús se convirtió en una celebración para comprar y gastar, para esto se desplazó al verdadero protagonista de la Navidad por un hombre que supuestamente se hizo santo por regalar sus pertenencias pero que no tiene nada que ver con lo que es la Navidad. “Ahora la Navidad es comercio sin importar para qué o por qué, como todo el capitalismo lo convierte en mercancía para vender y obtener ganancias, muy pocas personas recuerdan el verdadero significado que al final de cuentas es un mensaje de liberación”.
La socióloga indicó que este desplazamiento de Jesús por Papa Noel a nivel religioso revela una falta de convicción ya que el mercantilismo pudo penetrar hasta ese nivel en las personas. Muchos de los padres perdieron ese “espíritu” y lo único que importa es la competencia de quien regala más, de sustituir el cariño por cosas o de demostrar el cariño por medio de obsequios, “mientras más te regalo, más te amo supuestamente”.
En cuanto a las imágenes en las decoraciones de los hogares se impone la imagen de Papa Noel ante la del niño que tiene que crecer, que tiene que ser un ser humano de bien ya que es más pintoresca la imagen de un hombre que viene del polo y baja por las chimeneas dejando regalos, quitándole a los niños la capacidad de valorarel esfuerzo de los padres. Con estas actitudes cada vez se va perdiendo más el espíritu, la fe y la razón de ser de la Navidad, tanto del aspecto religioso como del histórico y si se toma en cuenta lo político-ideológico podría decirse que la intención es desvirtuar el mensaje y la imagen del nacimiento de Jesús por la de un comerciante de regalos quitándole la idea política liberadora que tenía para los judíos, como también para el cristianismo que se separa del judaísmo y celebra su propio dios, el cual fue desplazado por imágenes de comercio.
Pese a que el mensaje que se difunde por estas fiestas hace énfasis en la austeridad, compartir y no despilfarrar, es la época en la que hay mayor discriminación, inequidad, injusticia y de diferenciación social pues mientras unos ostentan y presumen su opulencia, el grueso de la población se encuentra en calidad de espectadores. Esta situación genera frustraciones para quienes no pueden pagar lo básico de las necesidades de su hogar y de muchos niños que se quedan esperando regalos que quizás nunca lleguen.

Niños en las calles que trabajan por su Navidad

Johnny de 12 años limpia parabrisas en una esquina junto a su hermano y su primo, esperan juntar lo suficiente para comprar algunas golosinas y regalos para los más pequeños de su casa, además de poder darse el gusto de ir a jugar a un internet entre los tres.
Carlos, un niño de 10 años vende pastillas y caramelos en la calle, explicó que ayuda a su mamá con el dinero que gana pues el trabajo que ella realiza no es remunerado de manera suficiente para cubrir los gastos de la casa.