A mediados de noviembre, una montaña de cajas se empieza a formar en la sala mientras desaparecen de a poco los adornos habituales. “Ya le entró la locura”, susurran entre risas cómplices sus hijos. Y es que para María Eugenia Altamirano de Tarifa, la Navidad, cuando entra a su casa, tiene que instalarse en cada rincón.
“Diciembre es un mes muy hermoso. Para mí es el más importante del año, pues recordamos el nacimiento de Jesús”, comenta orgullosa María Eugenia mientras abre las puertas de su domicilio en Alto Següencoma. Pasando el garaje, un gran Papa Noel inflable de tamaño natural da la bienvenida.
En el vestíbulo están grandes y afelpados osos de peluche en pareja, vestidos con atuendos navideños y sentados sobre unas pequeñas sillas diseñadas especialmente para ellos. Éstos resguardan dulces y galletas para los invitados del mes.
“Tardo unos 15 días en tener todo listo para el 1 de diciembre. Mantengo el decorado hasta el 7 de enero”, relata María Eugenia mientras invita a tomar asiento en una sala de muebles coloniales regados de personajes en rojo y verde. En este punto, el visitante se pierde en un mundo habitado por duendes, peluches, Papanoeles, Mamanuelas, renos y muñecos de nieve.
“Como viajé mucho y estuve en muchas partes, empecé a traer objetos navideños de Estados Unidos y, poco a poco fui consiguiendo nuevos artículos”, señala la señora mientras, de un toque, empieza a moverse un oso cantarín de villancicos. “Mi mamá me mandó a comprar una vez un juego de vajilla navideño hasta El Tolar, en la carretera a Oruro”, recuerda Fernando, su hijo mayor.
Así, el comedor cuenta con toda la vajilla navideña imaginable: los platos, fuentes, servilletas, cubiertos, cucharillas de torta, tazas, teteras y mucho más. Incluso el baño está con detalles bordados por las fiestas.
Sin embargo, un cuarto especial dedicado al nacimiento y al árbol de navidad es el centro de la casa: siete niños Jesús bajo el árbol montado sobre una ciudad esperan su nacimiento en un ambiente de paz y amor que congrega a la familia.
Exclusividad
Muchos de los trabajos que se lucen en la casa Tarifa Altamirano son obra de la artista Janelise Osuna. Otros de los adornos, como un gran Papanoel de pie, han sido traídos por María Eugenia desde distintas partes del mundo.
Reyes Magos
Tres imágenes de algo más de medio metro (abajo) representan a los magos de oriente que llegaron montando un caballo, un elefante y un camello, como reza la tradición navideña.
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