El incienso y las velas son elementos que atraen la buena suerte en Navidad, si son colocados con fe y esperanza, recomendó la parapsicóloga, Sheila Gretta Marín.
“Las velas de color son de magníficas, para la Noche Buena porque representan un determinado deseo y deben ser prendidas antes de las doce, con mucha fe y esperanza”, dijo.
Aseguró que el incienso con mirra y canela se debe utilizar para sahumar al Niño Jesús con los ojos cerrados pensando y visualizando todas las metas y deseos.
SIGNIFICADO DE VELAS POR SU COLOR
“La vela roja traerá alegría, fuerza y ánimo para la próxima gestión; asimismo sirve para calmar la envidia y trasmutar las malas energías hacia el amor abriendo todos los caminos cerrados”, sostuvo
“La verde o marrón, colores que están relacionados con la tierra y la naturaleza, renacen todos los años con la primavera y pueden otorgar energía positiva y abrir caminos”.
“Una vela celeste o color rosa pastel está conectada con la mente y será muy beneficiosa para negocios, trabajos, ofertas laborales”, “cuando la vela está encendida, lo que se piensa se cumple” recordó.
La amarilla sirve para que se cumpla todo lo que se desea, “ se conecta toda con la energía potencial, el poder del oro, primer metal, el más preciado, otorga poder”, dice la parapsicóloga.
Manifestó que el color azul para una vela ayudará a descansar y sacar el estrés. “Al prender la vela se conectará para cambiar hacia la felicidad y renovar la imaginación”, explicó.
“La vela rosada conecta con el equilibrio, la fuerza y la justicia y ayuda a solucionar todos los asuntos pendientes que
dan vueltas en la cabeza y no acaban de resolverse”, agregó.
“Para conectarse con la protección cósmica y espiritual, las personas se fortalecen para avanzar más rápido, se abren grandes y nuevos caminos por eso es necesario prender una vela blanca” expresó.
INCIENSO
El incienso (del latín incensum, participio de incendere, ‘encender’) es una preparación de resinas aromáticas vegetales, a las que a menudo se añaden aceites esenciales de origen animal o vegetal, de forma que al arder desprenda un humo fragante con fines religiosos, terapéuticos o estéticos.
En el pasado, las sociedades china y japonesa usaron el incienso como parte integral de la adoración de deidades hindúes. Además, tiene un uso importante en el budismo, en la Iglesia Católica (para la Adoración eucarística, procesiones, etc.), en la Divina Liturgia de la Iglesia Ortodoxa y, en menor grado, en otras confesiones cristianas.
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