jueves, 15 de diciembre de 2011

Mantente en forma para recibir 2012

“Luego del gusto viene el susto”, reza el dicho popular que se convierte en terrible verdad al constatar nuestro peso en la balanza. Y claro, con cenas navideñas, chocolateadas, galletas en forma de arbolitos y, para rematar, el cerdo de Año Nuevo, nuestro cuerpo nos pasa factura por las opíparas celebraciones. ¿Cómo hacemos para mantenernos en forma?

“No sólo en las fiestas, sino en todo acontecimiento social al que se nos invite durante el año, debemos elegir y discriminar muy bien los alimentos para no pasarnos de nuestro peso objetivo”, explica Erland Rojas Guzmán, entrenador personal especialista en nutrición. Siguiendo sus consejos, te pasamos algunos tips que pueden ayudarte a mantener tu peso ideal hasta las puertas del 2012.

Bebe mucha agua. Dos vasos antes de cada comida te harán sentir mayor saciedad ante una cena y te ayudarán a desintoxicarte. No olvides tomar los dos litros de agua diarios que requiere tu organismo.
Evita la borrachera. Como sabes, las bebidas alcohólicas son una trampa, pues no sólo están llenas de calorías, sino que además aumentan el apetito y, para rematar, reducen tu voluntad.
No exageres en las copas y, si vas a beber, trata de que sea alguna bebida destilada (whisky, vodka, gin) y sólo para un brindis. Recuerda que un trago mezclado con gaseosa o un jugo frutal se irá directo a tus caderas. Mejor una copa de agua.
Come algo saludable antes de la cena. Lo peor que puedes hacer es aguantarte el hambre hasta la noche, pues acabarás con el menú como si se tratara de un ataque de langostas. Lo mejor es comer antes de cenar un poco de frutas con yogur natural o verduras frescas, de tal forma que tengas ya el estómago lleno en la mesa, probando sólo lo que te gusta.
Come lento. Así tendrás una mejor digestión y tendrás la sensación de saciedad más rápidamente.
Evita colocarte cerca de la comida. Nunca tomes el asiento que está al lado de los canapés, pues tarde o temprano cederás a la tentación.
Saborea de todo, pero no te lo comas todo. Si te antojas un trozo de panetón, que sea pequeño.
La comida no es amor. Si bien tu abuelita cocina delicioso, que repitas el platillo tres veces no quiere decir que la quieras más. Elogia su comida, pero dile que ya te llenaste y que no te entra nada más.
Elige bien lo que vas a comer. Prefiere las carnes magras y sácales la piel y la grasa, elige platillos calientes, pues hartan más, y trata de llenar tu plato con una gran lechuga en vez de varias papas duquesas.
Si te regalan chocolates, galletas o botellas de alcohol, abre el empaque, sonríe y envuélvelos de nuevo. Seguro que te serán de utilidad en el intercambio de regalos de la oficina.
Finalmente, que los correteos de fin de año no te hagan abandonar la actividad física. Trata de aprovechar los feriados para largas caminatas matutinas y te sentirás genial.

Tu cocina

¿Quieres platillos bajos en calorías? ¡Hazlos tú! En vez de salir, prepara algo con leche descremada, ensaladas saludables y utiliza carnes magras para compartir con tus seres queridos.

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