En este equipo vemos la tradicional rueda de Canon que aparece en los modelos de gama media y alta, que simplifica su manejo. Integrado en ella, en la parte central, aparece un menú de flechas y justo debajo el botón de borrado. En la parte izquierda encontramos la rueda de selección de toma, con un botón de bloque en la parte interior que evita que se mueva accidentalmente. En la 70D el sonido del obturador al tomar la foto es notable, grave, como corresponde a una cámara de gama alta.
La pantalla es táctil, de tres pulgadas de diagonal y se puede articular y desplegar para facilitar la toma en posiciones extrañas. A muchos usuarios les sigue pareciendo extraño manejar una cámara réflex con una pantalla táctil, por lo que la marca japonesa ha optado por una decisión salomónica en este sentido. Se puede utilizar la pantalla táctil para moverse con más fluidez por los menús y parámetros de la cámara, pero todo lo que se puede hacer tocando se puede llevar a cabo también con botones.
En general, la sensación de la 70D entre las manos es bastante positiva, por su ergonomía, buen peso y la distribución de los botones.
La Canon EOS 60D cuenta con un sensor CMOS de 22,5 mm x 15,0 mm y 20 megapíxeles de resolución. Esta relación baja de megapíxeles/tamaño de sensor, tiene como resultado un buen control del ruido en sensibilidades altas, y un amplio rango dinámico. En estas fotos vemos la evolución del ruido subiendo paso a paso la sensibilidad del sensor manteniendo la misma toma y condiciones de iluminación.
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