Pasó la Navidad y ahora los bolivianos se aprestan a recibir un nuevo año en medio de tradiciones y cábalas para que no les falte salud, dinero, amor, prosperidad y sobre todo paz en el 2014.
Bolivia es un país con una riqueza de cultural popular muy fuerte y tal vez por ellos es que a pocas horas para la llegada del 2014, los ciudadanos se vuelcan a las galerías, mercados y centros comerciales en busca de varios artículos para una vez más cumplir con sus cábalas.
Y mientras otros buscan ropa interior de color (sobre todo las damas), otros prefieren la pirotecnia, comer 12 uvas, o quemar la ropa vieja, todo con tal de enterrar los malos recuerdos que les dejó el 2013 y cantar la popular cumbia "yo no olvido el año viejo porque me dejó cosas muy buenas".
Pero la modernidad de los tiempos también tocaron a las tradiciones, es el caso del uso de la ropa interior de color que se remonta a los año 90 y se impuso durante este nuevo siglo. Una de las tradiciones más comunes es la compra de ropa interior de color que es comercializada en todos los centros comerciales de La Paz y El Alto.
Colgadas a la vista del cliente, la ropa interior es exhibida sobre saliendo los colores rojos, amarillos, verdes y blancos, colores que tiene su propio significado, tal como comenta Martha una de las tantas vendedoras del mercado.
"El rojo es para el amor, la pasión y para quienes quieren conseguir un novio el 2014, el amarrillo es para los más ambiciosos pues significa dinero, el blanco representa la paz para el hogar y el verde es para mantener la amistad", dice una vendedora mientras esboza una amplia sonrisa y señala varios modelos.
La amable vendedora nos cuenta el secreto de la ropa interior y asegura que quién apela a esa cábala debe cambiarse minutos antes de que llegue al año nuevo.
Mientras unos optar por cambiarse la ropa interior, otros prefieran algo más sencillo como el comer 12 uvas, una por cada mes, tal como señala la tradición. "Las uvas son para la salud, el dinero y la prosperidad" afirmó Matilde, amable vendedora de frutas del mercado Rodríguez del barrio de San Pedro de La Paz.
La fiesta no es tal si no hay la pirotecnia que según la tradición espantan los "malos espíritus y malas energías" de los hogares de ahí que a las 24.00 los ciudadanos prenden cohetes y cohetillos para despedir lo malo y recibir los bueno.
Y que decir que aquellos que echan un balde de agua para desechar lo malo o quienes queman ropa vieja con el mismo propósito, dejar las cosas malas que pasaron el año viejo.
No es extraño que a las 24.00 del 1 de enero mucha gente salga como "locos" a las calles cargando sus maletas como un augurio de viajes durante todo el año que venga.
"Son tradiciones que se cumplen (…) yo he sacado mis maletas y me la pasé viajando todo el año", comenta Mariel mientras escoge un bolsón para repetir su cábala.
No puede faltar el plato tradicional que a diferencia de Navidad donde todos comen pavo relleno o pollo, la noche del año nuevo tal como dice la tradición muchas familias se inclinarán por servirse un plato de lechón al horno.
"No hay que comer pollo, sino chanchito porque dicen que ‘osiquea’ hacia adelante y hay que ir adelante a pesar de los problemas", confiesa Luis mientras escoge una buena pieza de carne de cerdo.
Así en medio de la esperanza de mejores días, prosperidad, paz, amor y fortuna miles de bolivianos se aprestan a recibir este 2014 en medio de un panorama político que estará marcado por las campañas electorales.
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