Cábalas: mueven comercio y esperanza para el 2014

Tenemos ropa interior color rojo para que le vaya bien en el amor y color amarillo para que tenga riqueza, vocea la comerciante en la zona de la Siete Calles a los ocasionales compradores, que transitan por el lugar. Sin duda, esta es una de las cábalas más extendidas para recibir el Año Nuevo. Otro ritual conocido es comer 12 uvas justo a la medianoche y pedir un deseo por cada una de ellas, que representan cada mes del año. Además está el contar dinero a la 00:00 para tener un próspero año. Estas cábalas son las más conocidas y las que más mueven el comercio en nuestra ciudad, pero existen muchas más como dar una vuelta a la redonda con una maleta para poder viajar, sentarse y volver a pararse junto a las doce campanadas para atraer matrimonio y para la buena fortuna se debe traer dinero en los zapatos, entre otras que son parte de las supersticiones de la gente.

Pocas ventas. Sonia Centeno, comerciante del mercado La Ramada, se ha dotado de una gran cantidad de ropa interior para esta temporada, aunque indica que las ventas aún son bajas. El precio de los boxer están desde Bs 20 hasta los Bs 35, los calzoncillos desde Bs 15 hasta los Bs 30 y la ropa interior femenina desde Bs 10 hasta los Bs 35 y Bs 40 el conjunto con el sostén. "No hubo muchas ventas este fin de semana, esperemos que desde hoy hasta mañana se incrementen considerablemente", manifestó Centeno, a tiempo de añadir que son las mujeres las que más compran estas prendas tanto para ellas como para regalar a sus esposos.

Los billetes también están presentes en lo mercados, ofreciéndose Bs 1.000 o $us 1.000 (falsos) por Bs 1 y variado (euro, bolivianos, dolares y reales) por Bs 5. También se oferta licencias de conducir para guardar en la billetera y así tener este documento el próximo año. En cuanto a las uvas, éstas se comercializan a Bs 25 y 30 el kilo.

La sicóloga, Emilia Lang, señala que estas costumbres forman parte de la tradición y en algunos casos puede tener un efecto placebo en las personas que creen en ellas. "No es real pero lo seguimos haciendo, porque nos da esperanza de que las cosas salgan bien. Puede ser negativo cuando uno se aferra incondicionalmente a eso", sostuvo Lang.