Tiene 28 años, pero parece de 80. En la vida real, Ramón Oliden es un payaso y desde hace cinco se disfraza de Papá Noel. La risa de los niños es su mejor regalo, pero teme que su pequeño hijo deje de creer en el personaje, porque sabrá que es su papá.
La barriga, que aunque es falsa, es perfecta para su estructura corporal; y la barba blanca, que sale de su mentón como si fuera parte de su rostro, lo caracterizan todas las mañanas cuando recibe cartas de los niños y niñas que piden un regalo o un deseo, a través del Facebook de la red Bolivisión.
“La intención que tengo en la vida es hacer reír o que se reían de mí, pero que la gente esté feliz”, cuenta Ramón, que en la vida real es comunicador social, aunque no ejerce la profesión. Por ahora, es animador de fiestas infantiles, mimetizado de payaso.
“El traje con el que me ves ahora (de Papá Noel) lo hice exclusivamente para alegrar a mi sobrina Camila, de 10 años, en la noche de Navidad. Ésa fue mi única intención, quería que ella vuelva a creer en este personaje. Y logré mi objetivo porque la vi muy feliz y desde entonces decidí cada año disfrazarme y convertirme en Santa Claus”, recuerda.
Mientras relata su historia, no deja de sonreír y de rato en rato le sale un ¡jo jo jo!, de forma muy natural. El joven Santa asegura que su mejor regalo es ver las sonrisas de los niños. Pese a tanta alegría, su lado sensible surge ante la consulta: ¿Papá Noel tiene hijos? “En la vida de Papá Noel tengo muchos hijos, además de duendes que me ayudan a distribuir los juguetes. En la vida real o personal también tengo un hijo pequeño (sus ojos se humedecen y corren lágrimas por sus mejillas). Es mi regalo de Navidad. Se llama Santiago y es el obsequio que el niño Dios me trajo. Tiene recién tres semanas de nacido y es pequeñito”, cuenta.
No puede ocultar sus sentimientos y trata de buscar otro lugar donde fijar la mirada. ¿Por qué las lagrimas?, se le pregunta. ”Tengo cuatro sobrinos y tener un hijo propio te agarra el corazón, y te da un motivo más para vivir. Inclusive, creo que mi hijo va a dejar de creer en Papá Noel, porque sabe que soy yo.
Además, tengo miedo de que deje de creer en la magia, en los payasos o en la ilusión que podemos crear. Lo que más quiero esta Navidad es estar junto a él”, revela.
En su actividad navideña, Ramón responde a las cartas de los niños y niñas, pero de una manera muy especial. “Siempre trato de mandar un mensaje en el que no importan los regalos, lo que importa es compartir una noche buena al lado de los papás o de los seres queridos. Y salgo con el dicho de que si se portaron bien durante todo el año, seguramente los duendes lo tienen anotado y el regalo podría llegar. Obsequios que en realidad vienen de la mano de los padres”, explica.
Aunque responde la mayoría de los pedidos de los niños, Papá Noel se siente impotente ante casos especiales. “Visité una casa hogar de niños abandonados y se me acercó una niña de 10 años, que aún creía en mi, y me dijo: Papá Noel, en esta Navidad no quiero que me traigas regalos, por favor que nos envíen un techo para nuestra biblioteca que se derrumbó”. También recuerda la ocasión cuando una niña le pidió que haga que su mamá retorne de Argentina. “El no poder responderles te hace sentir impotente, porque a muchos niños les cumplimos sus deseos materiales, a otros es difícil”, expresa.
‘Navidad en la Lejanía’ dará regalos en el campo
“Por la niñez de nuestras comunidades, la Navidad también existe en la lejanía” es el slogan de la campaña de donación iniciada por la Gobernación de La Paz. El objetivo es llevar la fiesta a los sectores alejados del área rural.
“Habían comunidades muy lejanas en las que nunca en la vida llegó la Navidad y gracias a esta acción solidaria que cumple su segundo año de vida, los niños que no sabían que existía esta festividad ya la pueden compartir”, dijo Hilario Calisaya, secretario departamental de Desarrollo Social, oficina que coordina esta iniciativa.
Con el objetivo de llevar “la Navidad a la lejanía”, la Gobernación realizó, el sábado, un “clásico de antaño” en el Hernando Siles, en el que se cobró una entrada de Bs 5. “Si bien no fue toda la gente que esperábamos, agradecemos a las cerca de 2.500 personas que pusieron su grano de arena”, expresó.
La autoridad añadió que la campaña continúa con siete brigadas de tres personas que recolectan fondos y juguetes en instituciones, ministerios y oficinas. Hasta ahora ya se sobrepasaron los 5.000 regalos y se espera al menos doblar la cifra. Se pueden hacer donaciones en oficinas de la Gobernación, ubicadas en la calle Comercio, al frente de la Asamblea Legislativa. La campaña finalizará el martes 20.
Concurso de villancicos se inicia hoy en la Periférica
El concurso de villancicos y canciones navideñas “Canto y Festejo al Niño Jesús” comienza hoy en la zona de la Periférica, a las 18.00. El evento es organizado por la Oficialía Mayor de Culturas del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz (GAMLP).
“Las inscripciones en las tres categorías (Coro de Niños, Grupos Musicales y Coro de adultos y adultos mayores) ya finalizaron y contamos con más de 30 agrupaciones inscritas. Mañana (hoy) arrancamos con una presentación en la Av. Las Américas”, informó Andrés Zaratti, de la Dirección de Promoción y Producción Cultural de la Oficialía Mayor de Culturas.
Se realizarán cinco conciertos en un número correspondiente de macrodistritos (Max Paredes, Periférica, San Antonio, Zona Sur y Cotahuma). Del 20 al 22 de este mes se llevarán a cabo las semifinales y finales tanto en la plaza Camacho como en la Plaza Mayor. Estas actividades se complementarán con una presentación de Música de Maestros los días 20 y 22 con un concierto y una escenificación del nacimiento coordinados por el GAMLP y la Fundación Kjarkas.
Las mejores agrupaciones de cada categoría se llevarán premios en efectivo que van de Bs 3.500, para los adultos; y Bs 1.500, para los niños, quienes no pagaron inscripción.
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