Un clásico. Las refulgencias metálicas se abren paso en un momento en el que la calidez de los brillos es más necesaria que nunca. Utilice las mezclas de colores bajo un denominador común, el dorado. Siempre presente en la decoración navideña, este año se encumbra como el verdadero protagonista.
Sin embargo, no se olvide del tradicional rojo, los blancos y también detalles de plata.
Fulgor dorado. Su imaginación es la mejor aliada para que su hogar se llene de un fulgor intenso con pequeños detalles.
La Navidad de este año viene marcada por “el plata, el blanco y el cristal. Mucho cristal”, comenta la interiorista Maite Canterano. "El plata viejo tiene reminiscencias de oro viejo. Ambientes en los que se introducen la flor de Navidad mezclada con rojos en los árboles y los centros, para dar ese toque de siempre", comenta. Para quien quiera añadir un aire fresco, este año se mezcla con el rosa fucsia y el blanco.
La interiorista reconoce que la variedad es la nota dominante de esta temporada. “El berenjena con negro, algo de blanco y oro viejo o plata”, forman parte también del ambiente decorativo navideño. Todo ello combinado con bolas de un intenso verde o turquesa reflejan la viveza del momento.
Centros de flores secas en blanco, de orquídeas, hortensias, ramos campestres con finas gotas de brillantina dorada dan intensidad y sofisticación al ambiente. También se pueden combinar con bolas doradas o plateadas.
Los portavelas son sencillos y magníficos para crear una atmósfera acogedora. El calor de una vela en un recipiente de cristal dorado le permitirá, crear el ambiente que desea. En ocasiones especiales, bolas de cera nacaradas y talladas son las que se encargan de fomentar la iluminación.
Los colores de la temporada
Este año está marcado por el plata, blanco, el dorado y el cristal. también se ocupan los clásicos, rojo y blanco.
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