lunes, 18 de abril de 2011

Un empresario crea ropa fashion antibalas para vivir en México

EXCLUSIVO: Se dice que sus clientes fueron Felipe Calderón y Baltasar Garzón, entre otros.

Un empresario colombiano diseña trajes, camisetas y todo tipo de vestimenta resistente a los impactos de una pistola nueve milímetros y al ataque con un cuchillo. El crimen organizado en México le promete jugosos dividendos, publica el portal

infobae.com.

Miguel Caballero es el emprendedor que desarrolla y comercializa las fibras ultrarresistentes. Su estrategia de marketing es la prevención y asegura en entrevista con El Universal, de México, que su objetivo de ventas no son los países en guerra.

“Los países donde nosotros vendemos —explicó— no son donde hay guerra, sino prevención. México tiene hoy un problema por la lucha contra la delincuencia, pero no significa que sea el país más peligroso del mundo. Lo que se observa es que las personas están invirtiendo más en prevención”.

Caballero se encuentra de visita en México para promocionar sus peculiares productos en la feria Expo Seguridad. Allí ofrece sus camisetas, camisas y camperas blindadas que garantizan flexibilidad y protección. Entre las opciones se incluye también la seguridad de un casco que resguarda la cabeza del impacto de un AK-47.

Una de las innovaciones que presentó fue una camiseta de uso interior con un peso de solamente 800 gramos. A pesar de su peso y de ser absolutamente flexible, evita que la bala de un arma de fuego traspase su tejido.

CLIENTES FAMOSOS. Los compradores son clientes sumamente exclusivos. Por más que Caballero garantice una absoluta confidencialidad, se sabe que personalidades como el mismo Felipe Calderón o Álvaro Uribe recurrieron a su vestuario para llevar seguridad a sus guardarropas. También vistió al príncipe de España, Felipe de Borbón, y el juez Baltasar Garzón.

Por miedo a que su tecnología caiga en malas manos, cada una de sus prendas posee un número de identificación único. Además, el 40 por ciento de sus ventas está dirigida a privados, clientes corporativos y compañías.

Antes de confirmar la operación, realiza un chequeo del comprador en la Lista Clinton, un registro del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, donde figuran personas y empresas vinculadas al crimen organizado.

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