Los últimos cinco años, las importaciones en función al mercado navideño, según el IBCE, experimentaron un crecimiento constante y sostenido: en 2006 se importó por un valor de 9,2 millones de dólares; en 2007, por 11,71 millones; en 2008, por 14,38 millones; en 2009, por 15,02 millones, en 2010 por 16,06 millones; mientras que entre agosto y septiembre de este año por 13,38 millones de dólares.
Considerando que las importaciones navideñas del año pasado fueron por más de 16 millones de dólares y viendo que las mismas totalizan 13 millones hasta septiembre, la proyección es que este año las mismas podrían superar fácilmente los 20 millones de dólares.
Sobre los factores que incrementaron las importaciones de productos navideños, el IBCE sostiene que existe una sobredemanda de productos y servicios debido a que la ciudadanía cuenta con recursos adicionales (300 millones de dólares por aguinaldos, 80 millones de remesas, además de bonificaciones extras como el Juancito Pinto y Renta Dignidad) con motivo de las fiestas de fin de año.
ANÁLISIS
“El movimiento comercial es de cientos de millones”
Gary Antonio Rodríguez, Analista económico
Es poco probable saber cuántos millones de dólares mueve la oferta de productos navideños porque no existen estadísticas específicas de producción nacional, importación y tampoco del contrabando en este campo.
Sin embargo, considerando el incrementado movimiento comercial de fin de año, y teniendo en cuenta además que se produce un gran aumento de circulante en la economía, no sería descabellado estimar que el movimiento económico, sólo en cuanto a productos navideños —entre producción nacional e importación legal—, podría estar fácilmente por encima de los 40 millones de dólares.
El movimiento comercial suele incrementarse de forma muy importante en los últimos meses de cada gestión, por la mayor compra de productos nacionales, pero fundamentalmente de bienes importados en cuanto a productos navideños, alimentos y bebidas, confecciones y accesorios navideños (juguetes de ruedas, muñecas, guirnaldas eléctricas, triciclos, rompecabezas, juguetes eléctricos, instrumentos musicales, adornos y artículos de Navidad, etc.).
La demanda de mercaderías relacionadas al festejo de la Navidad y de Año Nuevo es estacional, sube por varias razones, destacando como lo más importante, la disponibilidad de mayores ingresos a través del aguinaldo, los sueldos de fin de año, la recepción de primas o bono empresariales, pero también el “desahorro”, esto es el gasto del ahorro del año, la promoción de tarjetas de crédito orientadas al consumo, los créditos bajo prenda en los comercios, préstamos personales, etc.
La demanda de productos navideños suele aumentar a fin de año también por la recepción de más remesas desde el exterior o la utilización de éstas con tal propósito. No hay que olvidar que el gasto que se hace en las fiestas de fin de año incluye viajes al interior del país y al exterior, fiestas, comida, bebidas, regalos, diversión, etc.
Sumando a los valores de la producción e importación de productos navideños, el pago de salarios y aguinaldos en el sector público y privado, las remesas, las facilidades crediticias que ofertan en los bancos y empresas comerciales por el fin de año, además lo que representa la economía informal e ilegal, todo parece indicar que el movimiento comercial tiene un portento de varios cientos de millones de dólares.
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