domingo, 14 de octubre de 2012

Gafas de sol, un requisito para cuidar la salud ocular

La utilización de gafas para sol no es una simple cuestión de gusto estético sino, principalmente, un requisito fundamental para mantener la salud de los ojos. Pero para que los filtros solares puedan cumplir su cometido, es necesario conocer sus características, utilidades y escoger el más adecuado a las necesidades personales. Muchas personas, guiadas por la búsqueda de un precio bajo, no son conscientes de que el riesgo de una grave lesión ocular se esconde en las tiendas y puestos ambulantes.

Utilizar unas gafas de sol de mala calidad (vidrios coloreados), cuya capacidad de protección solar sólo se limite a reducir la intensidad luminosa visible sin poseer ningún tipo de filtro, es más peligroso que no llevar nada, señalan los especialistas.

Los rayos infrarrojos son responsables de la conocida catarata senil. La radiación visible puede causar lesiones de retina, deslumbramiento, baja visión nocturna, etc. Los ultravioletas, no visibles, producen cataratas de otro tipo y lesiones más graves:

Así pues, desde las quemaduras cutáneas y lesiones degenerativas de la delicada piel de los párpados, hasta alcanzar la retina en su zona central o mácula, pueden dañarse los ojos con mucha frecuencia. Pueden aparecer manchas grisáceas-amarillentas en los párpados o bien la lesión llamada palmera (por su trazado), al crecer en la conjuntiva el tejido estimulado por el sol o sus radiaciones, o en la parte transparente o córnea e incluso sobre la pupila.

El cristalino desarrolla más fácilmente las conocidas cataratas y hasta puede aparecer la lesión más grave atribuida al sol y que afecta a la retina en su centro o mácula, dando lugar a la temida maculopatía, que origina la pérdida de visión central.

¿Las gafas oscuras protegen más?

J No siempre. Existen lentes muy oscuras que no absorben adecuadamente las radiaciones ultravioletas. En ese caso, su efecto es más perjudicial que beneficioso, ya que estas lentes hacen que pase a nuestros ojos menos luz visible, disminuyendo así nuestros mecanismos naturales frente a la luz (como la contracción de la pupila).

LA PROTECCIÓN

Los expertos clasifican los filtros solares en cinco categorías:

J Categoría 0: Dejan pasar a su través al menos un 80 por ciento de la luz visible. Se emplean como protección en ambientes exteriores con poca luz y también pueden ser utilizados en interiores.

J Categoría 1: Permiten el paso de entre el 43 y el 80 por ciento de la luz. Pueden ser lentes fotocromáticos o ligeramente coloreadas. Estos filtros resultan aconsejables para utilizarlos en ciudad.

J Categoría 2: Dejan pasar entre el 18 y el 43 por ciento de la luz. Su utilización está recomendada para la práctica de deportes tales como: bicicleta, correr, etcétera.

J Categoría 3: Dejan pasar entre el ocho y el 18 por ciento de la luz visible. Es aconsejable su utilización durante el verano en zonas muy soleadas.

J Categoría 4: Filtros que poseen una transmisión de luz de entre el tres y el ocho por ciento. Estas lentes son las adecuadas para zonas de alta montaña, la práctica del esquí y deportes acuáticos. Su uso está desaconsejado en la conducción de automóviles.


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