La influencia de las películas ha logrado trascender a través de la fiesta de Halloween en Cochabamba. Los disfraces, maquillajes y máscaras están inspirados en estos personajes que son protagonistas de historias de terror llevadas a la pantalla grande.
Para esta especial ocasión las más pequeñas piden los trajes de Monster High, muñecas que son hijas de monstruos famosos como Drácula, Frankenstein, la momia, el Hombre Lobo, entre otros. A este disfraz se suma el de maléfica, la protagonista de la película del mismo nombre que hace referencia a la Bella Durmiente. En el sector de cotillonería, de la calle 25 de Mayo, estos trajes cuestan 50 bolivianos. Para los niños, este año siguen siendo los mismos disfraces. Capas de vampiro y capuchas de la muerte son las más requeridas, además de los implementos de los piratas.
“Son producción nacional. Nos entregan por mayor y hay mucha demanda”, sostuvo Mirtha Suárez.
Lo que sí llegó y en gran cantidad es una variedad de máscaras para los varones. Los precios oscilan entre 15 y 40 bolivianos. Este año la novedad es la máscara de la calabaza, de los piratas del Caribe, Anonymus y Depredador, entre otros. Los bozales (máscaras que cubren la boca) tienen características de terror. Sangre, dientes puntiagudos y de gran tamaño se comercializan a 15 bolivianos en la avenida San Martín. Así también se encuentran los guantes con ratones en los dedos que a más de uno causan repulsión y otros los adquieren porque les gusta causar esa sensación en sus amigos para pasar un momento de risas y alegría.
En el Hipermaxi hay brazos desmembrados, cerebros, narices, uñas y otros accesorios llamativos y que destacan la imaginación de sus creadores.
Los precios oscilan entre 6 y 56 bolivianos.
Finalmente están los maquillajes que se pueden encontrar en las diferentes páginas de internet y buscar imitarlos. El salón los Espejos ofrece este servicio.
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