Armar la fiesta de Año Nuevo en casa tiene la ventaja de alargar o achicar el bolsillo, porque los gustos, preferencias y las posibilidades económicas definen el presupuesto.
Haciendo cálculos y comparando precios se puede obtener que en promedio se necesitan unos Bs 3.000 (Bs 250 por persona) para organizar una fiesta austera para 12 personas, porque una amplificación con juegos de luces y animación sale Bs 1.500, un fardo de cerveza macanuda Bs 475, la comida Bs 900 y Bs 100 el cotillón.
El chef Wilson Jaldín, propietario del local Monte Verde, calcula que en promedio se gasta Bs 50 por plato de comida y Bs 20 en el fricasé para el amanecer. Ayer, Jaldín tenía un día afanado, pues su local está ofertando comida para llevar en Año Nuevo, el plato cuesta Bs 80 (chancho, pique macho o pampaku), que da para dos o tres personas. La entrada a este local con música en vivo cuesta Bs 100 con derecho a cotillón, brindis, pirotecnia, fricasé al amanecer y una cerveza.
El presupuesto de una fiesta con conjuntos musicales sube porque estos amenizan desde las 21:00 del 31 de diciembre hasta las 6:00 del 1 de enero, y el precio es variado, pero supera los $us 1.000 (solo música).
Novedades en cotillones
Los diseños con motivos hawaianos y egipcios son las novedades en las tiendas de cotillones. Hay vinchas egipcias para mujeres que cuestan Bs 180 la docena y de faraones (hombres), Bs 380. Los cuadros con diseños para las selfis son también los más requeridos. Cuestan entre Bs 100 y 150, dependiendo del diseño y elementos que contenga.
Leonor Baina, del local Chiquitín, en la calle Buenos Aires, asegura que, a diferencia del año pasado, ahora hubieron más encargos por parte de organizadores de fiestas, aunque pocos particulares han comprado. “Ahora la mayoría de la gente cotiza los precios en todas las tiendas antes de comprar”, comenta.
Las tiendas de cotillones trabajan a toda máquina para proponer opciones a la gente.
Para los viajeros
Para los que quieren viajar y aprovechar el fin de semana largo, la Gobernación informó de que hay más de 500 atractivos turísticos que pueden ser visitados y existen 300 centros de hospedajes certificados para dar comodidad al turista.
La secretaria de Educación y Cultura, Paola Parada, de la que depende la oficina de Turismo, remarcó que Santa Cruz acapara el 71% del turismo interno de Bolivia, siendo la capital cruceña el punto de llegada para luego ingresar a los atractivos situados en las provincias.
Destacó que las opciones contemplan el turismo religioso, cultural, arqueológica o de naturaleza.
“Tenemos el circuito de las Misiones Jesuíticas, El Fuerte de Samaipata, las áreas naturales del valle Tucabaca, el parque Amboró, las haciendas para turismo rural en Camiri, Charagua, entre otros”, citó Parada.
También dijo que se pueden visitar los nuevos sitios arqueológicos como El Viborón, en San Ignacio de Velasco y el arte rupestre en Comarapa y Roboré. Para ingresar al parque Amboró se lo puede hacer por los valles cruceños o por Buena Vista. En las provincias también se vive un intenso preparativo para celebrar Año Nuevo y para recibir a los turistas. Los mercados de San Ignacio de Velasco tienen mucha demanda de la ropa interior colores rojo y amarillo para las cábalas. Juan Mamani llegó desde Cochabamba con su mercadería y espera que mañana la venta suba.
Rutas transitables
Johnny Soria, director del Servicio Departamental de Caminos de la Gobernación, informó de que el 98% de las 275 rutas departamentales se encuentran transitables.
El 2% restante se encuentra en la zona de Ichilo, en la ruta Santa Fe-Yantata, que está cerrada debido a la crecida del río Surutú. También se recomienda conducir con precaución en la zona de los valles, principalmente en el lado del Trigal, Camarapa y Samaipata.
Autorizaciones a locales
Valeria Peña, del departamento de Eventos Especiales, destacó la afluencia de dueños de locales que ingresaron su trámite para conseguir la autorización de Año Nuevo.
Hasta el martes solo 10 se habían apersonado, pese que se notificó a 30. Esta última cifra se superó totalmente. La gente puede llamar a la línea gratuita 134 para denunciar si considera que no le están cumpliendo con lo ofertado
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