A pocos días de celebrar uno de los acontecimientos religiosos más importantes en el mundo, la Navidad con el nacimiento del niño Jesús, cientos de familias acuden a varios talleres de restauración para dejar impecables las imágenes de sus niños que van desde los más pequeños hasta los de un tamaño similar al real.
“Le traje a mi niñito porque estaban rotos sus deditos, para así poder ponerlo en el pesebre el día de la Noche Buena porque al sacarlo de donde estaba guardado se le quebraron”, dijo una madre de familia, Aleida Benitez, mientras esperaba 10 minutos que los restauradores concluyan con su trabajo en 20 minutos en el bazar “Borda”.
Entretanto, en el primer piso del bazar, ubicado en la calle Baptista casi Colombia, cuatro restauradores trabajaban intensamente para arreglar las decenas de imágenes de “El Salvador” que llegaron con mayor fuerza esta última semana.
Algunos tenían los brazos quebrados, estaban despintados, les faltaba cabello, pestañas; los peores estaban despedazados, por lo que se tenía que unir varias piezas del cuerpo que quedaron dispersas por algún descuido del propietario.
El trabajo se hacía a detalle según el tamaño del Niño, pero también el daño que tenían en el cuerpo. Sólo en este espacio llegaron en la última semana al menos 10 imágenes del Niño Jesús por día, pero se prevé que la cantidad suba en cinco más hoy y mañana, reconoció el restaurador del bazar “Borda”, José Luis Tola.
Asimismo, explicó que el costo de la refacción de las imágenes varía en función al material de fabricación de la imagen, pero con los antiguos se debe tener mayor cuidado.
“Ahora tenemos que hacerlo rápido porque la gente necesita ya a sus niños para la Navidad; entonces, como hay tantas cosas que hacer como las compras de regalos; también corretean con el tema de los Niños”, señaló Tola.
Algo similar se vive en la Feria Navideña de la avenida 6 de Agosto y Mártires de la Democracia donde se instalaron casetas que se dedican exclusivamente a la restauración de las imágenes de “El Salvador”.
En este lugar la restauración es más económica. El arreglo puede costar como mínimo 20 bolivianos y se entrega en 24 horas, de acuerdo a la demanda que haya en el día.
“Es una costumbre vivir la Navidad con toda la familia, siempre nos juntamos los hermanos, tíos, nietos… todos para pasarla en el hogar”, reconoció Benitez al afirmar que el armado del arbolito y la representación del nacimiento de Jesús son imprescindibles para tener el festejo completo.
El trabajo de los restauradores continuará hasta algunas horas antes de la Navidad.
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