lunes, 12 de diciembre de 2016

En tiempo de canastones, la fecha de expiración es crucial



En el mes de la abundancia, cuando los canastones de fin de año llegan a la casa y la comida de las fiestas se prepara al por mayor, hay que tener en cuenta los riesgos que implica para la salud comer alimentos vencidos o fuera de la fecha recomendada de consumo.

El nutricionista Andrés Canedo Pol, consultado por EL DEBER, recomienda leer siempre las etiquetas de los productos y para ello, es fundamental conocer la diferencia entre fecha de vencimiento y consumo preferente.

Los productos que tienen un día de caducidad generan bacterias que pueden ser perjudiciales para la salud y causar toxicidad. “Lo peor que puede pasar es que, dependiendo del alimento y de los días que hayan pasado, generen diarreas, vómitos, dolores de cabeza o alergias”.
En el caso de las etiquetas que dicen “consumir preferentemente”, Canedo señala que pasada la fecha, el producto pierde propiedades biológicas o químicas –que alteran el color, el sabor o la forma del alimento- pero que no hacen ningún daño, por lo que los puedes consumir siempre y cuando el sabor lo permita.

Sin embargo, Canedo recomienda usar “los cinco sentidos” para identificar el estado de los alimentos ya que, al margen de las fechas señaladas, el producto se puede haber alterado si no fue bien conservado o si se rompió la cadena de frío. En esos casos, los alimentos se malogran antes de tiempo.

Lo hecho en casa
En general, todos los alimentos cocidos se deben consumir en las 16 horas siguientes a la cocción. “En la comida elaborada hay que tener cuidado si no está bien conservada. Por ejemplo las carnes, si están refrigeradas, no habría problema en comerlas hasta 16 horas después de haberlas cocido”, señala Canedo y alerta que la papa es una excepción: no hay que comerla después de ocho horas.

Fresco y seco
Cuando se conservan productos a temperatura ambiente, hay que tener especial cuidado los días de calor, ya que la fecha de vencimiento suele adelantarse y los productos se vuelven tóxicos antes de tiempo. Por lo general, hay que mantener todo en lugares frescos y en la sombra

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