lunes, 22 de mayo de 2017

Barbie, real desde el arte



Barbie, la perfecta muñeca que marcó un canon de belleza y de vida, empezó a rebelarse y cambiar desde su divorcio de Ken, dicen muchos seguidores de uno de los juguetes más amados por las niñas. A esto se suma, que ahora su irreal belleza tiene unos kilos extras, celulitis y hasta acné. No es todo la Barbie manifiesta en el imaginario, su aversión por el uso de brasier. Atrás quedó la corrección modélica de la muñeca más famosa y polémica de todos los tiempos. Esto pasa, al menos, en Instagram.

La cuenta Trophy Wife Barbie (Barbie esposa trofeo) muestra a la muñeca de Mattel en situaciones indecorosas y corrientes: una versión del maniquí de PVC más desenfadada y contemporánea que la sitúa más cerca del día a día de una mujer de carne y hueso.

Annelies Hofmeyr, una artista sudafricana que radica en Canadá, es la autora de este proyecto que ha encandilado hasta a la actriz y cantante estadounidense Miley Cyrus, que se convirtió en una ferviente seguidora de la cuenta. “El objetivo de Trophy Wife Barbie es subrayar las limitaciones que dan las etiquetas y explorar las cuestiones de género y la identidad de la mujer moderna”, explica la creadora en su página web, según el portal elpaís.com.

Su particular historia sobre Barbie comenzó hace aproximadamente un año y medio, con una publicación en Instagram en la que la muñeca rubia anunciaba su separación de Ken.

En la imagen, el eterno novio de Barbie aparece decapitado —lo de esta artista no son las indirectas— y ella luce una cornamenta de la que no se ha vuelto a separar en el resto de las fotos. “Los cuernos son una representación física de una etiqueta impuesta sobre ella, comparándola con un trofeo de caza; algo pensado para ser propiedad de alguien”, dice.

La cuenta, que ya supera los 92.000 seguidores, es un ejemplo más de todas las manifestaciones artísticas y nuevos juguetes que han surgido para combatir las tiránicas medidas y la perfección de Barbie, que muchos consideran un pésimo referente.

En 2014 se puso a la venta Lammily, la muñeca de proporciones realistas con celulitis que meses antes había arrasado en su campaña de financiamiento para el proyecto.

Poco después, la apuesta por la diversidad de la firma nigeriana Queens of Africa convirtió a sus muñecas en un éxito de ventas mundial.

Artistas como Eddie Aguirre, quien recreó una Barbie al natural con acné, ojeras y ortodoncia, o la fotógrafa Sheila Pree Bright, quien manipuló digitalmente una serie de fotografías de mujeres mitad humanas mitad muñecas para denunciar la fina línea entre realidad y artificio, han puesto de manifiesto la necesidad de replantearse varios conceptos de la vida moderna, donde se debe seguir ciertos parámetros que impone la industria de la moda y que centran la valía femenina en lo externo, cuando lo que realmente vale y perdura es lo interno.


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