sábado, 2 de enero de 2016

Pequeños instrumentos, grandes beneficios

El aprender a tocar un instrumento musical ayuda a desarrollar la creatividad y a estimular la imaginación, entre otros beneficios para un pequeño.

Practicar de forma habitual y a temprana edad mejora las habilidades de motricidad, del lenguaje, la memoria, la conducta y la inteligencia. Con esta información tienes motivos suficientes para llevar a tu niño a clases de piano, guitarra, flauta u otro instrumento.

Escuchar los sonidos armónicos que emiten los diferentes aparatos hace que el área derecha del cerebro se estimule y así mejore la capacidad para realizar cualquier otra actividad artística, como la pintura, por ejemplo, explica Óscar Anaya, profesor de música de la casa de instrumentos Yamaha.

El especialista en clases de guitarra, órgano, piano y más recalca que existen instrumentos musicales pensados y diseñados para niños. “El tamaño de los instrumentos y su peso están calculados para el manejo e interpretación de los niños. Eso sí, la calidad es buena aunque los hay de diferentes tipos”. Unos son para quienes comienzan y otros para niños avanzados o para concertistas.

“Los instrumentos deben ser de buena calidad y generar un sonido limpio para que el niño se acostumbre a afinar su oído desde pequeño”.

En sus primeros años son receptores de todo tipo de estímulos y al escuchar la música e interpretarla ésta puede ejercer una influencia poderosa y positiva, siempre que sea una motivación y no una obligación, y que los temas y armonías sean acordes a su edad.

La profesora infantil de canto y música Cinthia Arispe señala que los niños son capaces de desarrollar estas virtudes a partir de los dos años, en especial los que gustan de la música, de los instrumentos o del canto.

Lo recomendado por la cantante profesional es que un niño comience a tocar violín o piano, porque con ambos instrumentos desarrolla un oído fino. Por otra parte, mejora el pinzado delicado y entrena la velocidad en sus dedos. “El violín ayuda a que se genere un oído afinado, completo y bien desarrollado”, dice Arispe.

El desempeño musical con el instrumento en las manos irá dependiendo del estímulo de los padres y de la práctica.

Esa rutina debe ser pausada para que el niño no se canse y asimile fácilmente la información. Por su experiencia impartiendo lecciones de música, Arispe advierte que los niños mantienen 15 minutos de atención en casi todas las actividades, luego se distraen. “Es aconsejable darles máximo una hora de clases haciendo pausas para luego continuar. La periodicidad adecuada es de tres veces por semana”, recomienda.

Una manera de hacer las sesiones más amenas es, por ejemplo, cambiar de ritmo cada 15 minutos para que sea fácil volver a generar otros minutos de atención y tener continuidad.

Así, el niño encontrará divertida la clase y gustará del instrumento. Además de las ventajas expuestas anteriormente, aprenderá a expresarse, se comunicará libremente y desarrollará conceptos de orden y disciplina, indica el psicólogo Carlos Velásquez. “Eso sí, la elección del instrumento no debe ser una imposición de los padres, sino una elección del niño”.

Beneficios

Aprender a tocar instrumentos sirve para reducir el estrés y mejorar el ánimo.

Desarrollo

Ayuda a lo intelectual, auditivo, sensorial y al habla.

Memoria

Mejora la capacidad de retener, de atender y a la concentración. Además, les crea orden y disciplina.

Intelecto

Estimula la inteligencia al mejorar la habilidad para resolver problemas matemáticos y de razonamiento complejos.

Motricidad

Con la música, la expresión corporal y el desarrollo motriz del niño se ven estimulados.

Lengua

Los niños aprenden los significados de las palabras, fortaleciendo su aprendizaje y contribuyendo a mejorar su lenguaje.



No hay comentarios:

Publicar un comentario