En tiendas de disfraces de la calle Illampu, “Evo diablo” y “Linera drácula”, en alusión al presidente Evo Morales y al vicepresidente Álvaro García son la novedad de este año en materia de caretas para la fiesta de Halloween.
La celebración de Halloween o Noche de Brujas es una tradición estadounidense que gana terreno en la ciudad de La Paz. En los últimos años ha aumentado el interés por esta fiesta, que incluye la tradición de que los niños pidan dulces a sus vecinos.
Adultos y niños de disfrazan con trajes de terror; mientras los primeros acuden a fiestas nocturnas, los segundos visitan algunas casas para recibir dulces.
En un recorrido que realizó ayer este medio por la calle Illampu, donde hay locales de venta de disfraces para diferentes acontecimientos, se observó que la comercialización de trajes, máscaras y accesorios para la Noche de Brujas está aumentando de intensidad aunque la demanda todavía se limita a los escolares –según los comerciantes–, que tienen actividades alusivas a esta celebración en sus unidades educativas.
Las máscaras están hechas de esponja y su tamaño es casi el doble que una cabeza normal. “Evo diablo” tiene dos cuernos en la frente y “Linera drácula” tiene dientes grandes semejantes a los del célebre personaje de la novela de Bram Stoker.
Luis Cruz, propietario de Cotillones Grillo, uno de los negocios donde se elabora y vende estas caretas, dijo que ellas son muy requeridas por las personas. El costo de cada una es de 35 bolivianos.
Por otro lado, las máscaras de Billy y de Scream, de las películas Saw y Scream, respectivamente, siguen siendo las favoritas para los adultos que gustan disfrazarse en Halloween. En el caso particular de las mujeres, las de brujas son las más requeridas.
En tanto, los niños prefieren disfraces de Venom (Spiderman negro), Darth Vader, brujitas y calabacitas. Estas últimas, para las más pequeñas.
Según Rosa Quispe, propietaria de cotillones Chaplin, la mayoría de los trajes está hecho de tela popelina y los colores más utilizados son negro y rojo.
Las máscaras de Billy y de Scream, que son de plástico, tienen un costo que es de alrededor de 60 bolivianos; un traje de bruja, que consta de túnica, capa, sombrero y garras, cuesta 50 bolivianos. También hay accesorios, como trinches o escobas, que valen 15 bolivianos.
Los trajes de Venom para los niños incluyen un enterizo de color negro y una máscara de tela. Los detalles de las telarañas están pintados sobre el traje, cuyo costo total es 50 bolivianos.
Una decoración de terror
A propósito de adornos para decorar un local que inspire terror, en la calle Illampu se pueden encontrar muchas novedades. Hay ataúdes hechos de goma con muñecos incorporados; lápidas en tamaños reales con inscripciones simpáticas: “Aquí descansa mi querida esposa Brujilda Jalamante. Señor, recíbela con la misma alegría que yo te la mando”, dice una.
También hay adornos como telarañas de plástico fosforescentes, calabazas, calaveras, vampiros, brujas, entre otros, de diferentes tamaños y costos.
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