La fiesta de Halloween es celebrada en todo el mundo el 31 de octubre previa a la fiesta de Todos Santos o Día de muertos que se recuerda en Bolivia y México entre el 1 y 2 de noviembre con actividades diferentes: en la primera los niños se disfrazan de brujas, esqueletos y zoombies. En la segunda las familias realizan los preparativos necesarios para esperar al ser amado que partió.
La Noche de Brujas tiene su origen en la antigua Irlanda en la festividad céltica denominada Samhain que significa el fin del verano y el comienzo del año nuevo celta. Los celtas tenían la creencia que la línea que une este mundo con el otro Mundo se estrechaba permitiendo que los espíritus benévolos y malévolos pasen de un lado al otro. Se cree que el uso de máscaras y trajes ahuyentaban a estos seres malignos.
Esta festividad llegó a Estados Unidos en 1840 con la llegada de inmigrantes irlandeses, quienes transmitieron la costumbre del tallado de la calabaza gigante hueca con una vela en su interior. En1921 se celebró en Minnesota el primer desfile de Halloween al que se sumaron los demás estados, donde adquirieron mayor popularidad.
Actualidad
En la actualidad la Noche de Brujas se ha convertido en una actividad muy
importante para los estadounidenses y canadienses. Todos los países, entre ellos México y Bolivia han importado esta fiesta en la que niños y jóvenes dan rienda suelta a su imaginación disfrazándose de cuanto personaje de terror se les venga a la cabeza con la idea de recibir su recompensa bajo la consigna de dulce o travesura.
“La celebración de Halloween es algo reciente y de mayor difusión entre la clase media y alta de la sociedad mexicana por la influencia de los Estados Unidos. Sin embargo, nosotros tenemos una celebración tradicional que abarca el 1 y 2 de noviembre con la fiesta del Día de Muertos”, explicó Nuria Zúñiga encargada de Cultura de la Embajada de México en Bolivia.
En Bolivia sucede algo similar niños y jóvenes se disfrazan de brujas, muertos, calaveras y espectros espeluznantes para solicitar en domicilios y comercios dulces en pequeñas calabazas, actividad que año tras año tiene mayor acogida entre la población infantil y juvenil.
Día de los Difuntos
Halloween es víspera de la celebración del Día de los Difuntos que se celebra en Bolivia el 1 y 2 de noviembre, tradición que asegura que al mediodía del inicio de mes llega el alma de los seres queridos fallecidos, para lo cual se prepara un altar con alimentos y bebidas que fueran del agrado de los mismos.
Las mesas o altares se arm an sobre manteles negros adornados con flores blancas y retamas, cañas de azúcar, la fotografía del difunto y alimentos como: suspiros de dulce, masas en forma de escalera, corona, caballos y tantawawas (figuras humanas), bizcochuelo, maicillos y una serie de productos azucarados que significan el presagio de que vendrán días mejores.
El 2 de noviembre se despide a las almas al mediodía y se retira los alimentos para distribuirlos entre las personas que rezaron frente a estos altares y aquellas que lo harán en el cementerio.
México
En México se celebra el Día de Muertos el 2 de noviembre con la elaboración de altares en los hogares y posterior ofrenda en las tumbas de los cementerios con fiesta, música, comida y figuras conmemorativas a la muerte como calaveras. La tradición consiste en burlarse de la muerte y reír con todo aquello que les provoca miedo y les es desconocido.
“La muerte o como la llamamos ‘La Catrina´ es una representación humorística pero formal de cómo sentimos la ausencia y el respeto que se tiene. El altar incluye flor de Cempasúchil, veladoras, copal, papel picado, retrato del difunto y alimentos como pan de muerto, arcos, calaveritas de azúcar, chocolate, bebidas y platillos como el mole, taco, arroz, frijoles, champurrado, tepache y frutos con el fin de venerar y honrar a nuestros muertos”, explicó Ricardo Sánchez profesional mexicano.
De acuerdo con esta tradición entre el 30 ó 31 de octubre se comienza armar el altar que permanecerá hasta el 2 ó 3 de noviembre. Se tiene la creencia que el 31 de octubre llegan las almas de los niños y se marchan el 1 de noviembre al mediodía justo cuando llegan las almas de los adultos para disfrutar de los ofrecimientos levantados en su memoria.
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