Los disfraces más comunes y menos costosos que ofertan en los centros de venta como el Mercado Calatayud y las rotondas en algunas avenidas, son los de Drácula, Frankeinsten, duende, bruja, la muerte, diablo, etc.
El alquiler de un traje de este tipo para un niño está entre 15 y 25 bolivianos. Si se trata de un adulto el costo incrementa entre 10 y 20 bolivianos más.
Una de las opciones que genera ahorro, es usar un atuendo común y comprar implementos como: cuernos de diablo, antenas, orejas de ratón, etc. Por ejemplo, las chicas pueden optar por ponerse un vestido corto blanco y comprar orejas y cola de conejo.
“El paquete completo de conejo sale 15 bolivianos”, señala una vendedora de la cotillonería Mundo Mágico (reserva identidad).
Sin embargo, los que tienen la posibilidad de invertir, deben saber que un traje de niño cuesta entre 60 y 100 bolivianos, dependiendo del disfraz.
COSTOS Y OPCIONES PARA UNA FIESTA
10
Bolivianos cuesta invertir en implementos para complementar el disfraz, como cuernos de diablo.
Si se trata de artículos más elaborados, por ejemplo máscaras, el precio oscila entre 30 y 100 bolivianos, según las cotillonerías de la 25 de Mayo y Brasil.
25
Bolivianos equivale una peluca de colores para dar un toque diferente al disfraz.
100
Bolivianos cuesta comprar un traje completo de batman para un niño.
Muchas personas son exigentes con su trajes y puede que el disfraz que quieren no esté a la venta. En estos casos se acude a una modista.
Las modistas cobran según la complejidad y la tela del traje. “Si tú te traes tu tela te lo puedo hacer por 50 bolivianos”, asegura Rosario Apaza.
Si se trata de chicas esta opción es ideal porque los trajes que fletan o venden en cotillonerías no son a medida. En cambio una modista realiza retoques de acuerdo a la figura.
Cualquiera sea la elección los ideal es sentirse cómodo y a gusto con el disfraz, porque la noche de Halloween es larga.
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