domingo, 30 de diciembre de 2018

La Navidad es una cuestión de actitud



La Navidad es una celebración que requiere una actitud festiva. Eso es lo primero, afirma el psicólogo Rodrigo Ayo. Pero puede que no resulte tan fácil, pues “a fin de año, las familias, las personas, entran en crisis. El consultorio siempre se me ha llenado en estas fechas. Pareciera que se dan cuenta de que no han resuelto muchas cosas en el año”, cuenta la psicóloga Scherezada Exeni.

Por eso, en lugar de ver la reunión familiar de Nochebuena como una “obligación”, es mejor preguntarnos si queremos o no participar. “Debe ser un acto voluntario. Creo que los grandes conflictos familiares vienen cuando uno dice: ‘ay, tengo que estar con mi hermano, con la tía, la abuela, etc.’”, reflexiona Ayo.

En caso de que optes por la reunión, acude con todo tu buen humor y alegría. Las diferencias con los otros miembros no deben ser tratadas allí, sino a lo largo del año; ya que según ambos especialistas, la Navidad es una ocasión para reforzar los lazos familiares.

Para esto, toma en cuenta que de lo que se trata es de pasarla bien, de compartir una comida, una charla, risas y anécdotas. Los regalos son lo de menos. Y cuidado con exagerar el consumo de alcohol, puesto que esto puede dar lugar a riñas y accidentes.

Para pasar una linda velada, Exeni aconseja “vivir el presente y concentrarse en aquello por lo cual se puede agradecer y no en lo que falta”.

PERDÓN. Si decides que esta Nochebuena será una ocasión para el perdón, recuerda que se trata de un acto de liberación de una ofensa que beneficia a quien lo da. “Perdonar es algo esencial si queremos vivir en paz y armonía. No es algo que yo le doy al otro, sino a mí”, dice Ayo.

“Cuando uno pide perdón lo hace para uno liberarse y tener paz”, coincide Exeni. Y para eso no hace falta esperar a ser perdonado.

Pero esto no es lo esencial de la Nochebuena, sino la actitud celebratoria para vivir una fiesta inolvidable.

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