A pocas horas de celebrarse el Día de la Amistad, el comercio de tarjetas, peluches y chocolates se intensifica en el pasaje del correo y los mercados. Este año la oferta es diversa y va desde los clásicos muñecos de felpa hasta creativos adornos hechos en goma eva, cartulina y madera.
Se hallan obsequios desde 5 bolivianos hasta por encima de los 350 bolivianos. Este año la oferta está plagada de colores vivos como el anaranjado, azul y dorado. Los comerciantes se han distribuido en las aceras y hasta dentro de los vehículos para exhibir sus ofertas.
Si bien el origen de esta celebración es diverso y aún despierta sentimientos tanto de aprobación como de rechazo, hoy en día quienes más conmemoran la jornada del 23 de julio son los jóvenes.
El antecedente más remoto sobre esta celebración es la denominada cruzada mundial de la amistad que buscaba fomentar la cultura de la paz. Con el paso del tiempo, se generaron diferentes movimientos a través de los correos electrónicos para consolidar esta jornada.
El 27 de abril de 2011 la Asamblea General de las Naciones Unidades, dentro del tratamiento de la cultura de paz, reconoció a la amistad, según su pertinencia e importancia, como un sentimiento noble y valioso en la vida de los seres humanos y decidió designar el 30 de julio como Día Internacional de la Amistad.
En Argentina, Uruguay y Brasil festejan la amistad el 20 de julio. En Bolivia, se celebra el 23 de julio. En Colombia el segundo domingo de marzo y en Estados Unidos el primer domingo de agosto.
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