Creatividad, imaginación y material reciclable es lo que se necesita para crear un vestuario divertido.
Si bien el Carnaval es una festividad para jugar con agua y divertirse, también es sinónimo de fantasía, imaginación y creatividad en la creación de disfraces. Las bolsas plásticas, distintos papeles, cartulinas, restos de lana, pinturas y otros objetos sirven como materia prima para confeccionar divertidos disfraces infantiles, sin necesidad de invertir mucho dinero.
Un tiempo con los hijos. En su gran mayoría, los colegios y escuelas piden a los niños que vayan disfrazados para estas fiestas. El problema es para los padres, quienes deben corretear para conseguir un traje que no cueste muy caro, sin tomar en cuenta que puede ser fácil y divertido crear un diseño original y económico con el uso de materiales reciclables. Los disfraces en las tiendas se ofrecen a partir de los 30 bolivianos, monto que sube de acuerdo con el material y el diseño del traje.
¡Somos piratas! Para un disfraz de pirata se necesita una camisa, un pantalón viejo cortado en tiras (sólo la parte inferior), un cinturón grueso, un pañuelo para la cabeza y un parche (puede ser hecho con cartón); el garfio se lo puede hacer con el gancho de una percha forrado con papel de aluminio y cinta adhesiva.
Para un traje de indio se necesita una bolsa de plástico grande, que puede ser de color, de la que se recortan tres círculos: uno para el cuello y los otros dos para los brazos; se hacen algunos flequillos abajo, y se decora la vestimenta con dibujos geométricos hechos con cintas adhesivas de distintos colores. Para la cabeza, se amarra una tira de plástico también decorada con las cintas adhesivas. También se puede amarrar una tira igual en las piernas. Para finalizar, se debe pintar la cara con pinturas al dedo.
Otro atuendo innovador es un traje de medusa, para el que sólo se necesita un paraguas de color claro, como rosa o celeste; se lo debe abrir y pegar por todo el borde cintas de colores que se extiendan hasta los pies del pequeño. Si el paraguas es azul, es conveniente que el niño o la niña use una ropa entera del mismo color. Con eso, sólo queda abrir y cerrar el sombrero muy lentamente para parecerse a una medusa.
Si bien los disfraces comprados tienen un acabado perfecto, según la psicología, trabajar con los niños puede ser una terapia divertida tanto para el adulto como para ellos. Al mismo tiempo, aquéllos serán modelos que respeten la ecología y la economía de los padres.
30 bolivianos es el costo de un disfraz comprado. El monto puede variar de acuerdo con el modelo.
3 propuestas de disfraces se presentan en la nota. Más opciones en el portal decopeques.
El pintado del rostro, otra opción de disfraz. Según los precios actuales en las principales peluquerías paceñas, los diseños con pintura y glitter en el rostro cuestan mínimamente 35 bolivianos, monto que depende de la complejidad de éstos. Sin embargo, toda la familia puede decorar su rostro en la casa gastando sólo 20 bolivianos: 15 para la pintura y cinco para el glitter y la revista de diseños.
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