El pasado sábado 31 de diciembre cuando a media noche vibró en el aire el eco de la última campanada anunciando el final del año 2011 y recibiendo el Año Nuevo 2012; luces de bengala, música, oraciones y la algarabía de gente de todos los puntos de la Tierra, saludaron a la nueva era con abrazos, y brindis. Anhelamos que pese a los alarmantes pronósticos el presente año se desarrolle normalmente, pleno de bienestar de normalidad y seguridad para todos los habitantes de la Tierra.
He leído con mucha atención y preocupación la Crónica “El principio de una nueva era”, del destacado Intelectual y Humanista Español, don Federico Mayor de Zaragoza, Presidente de la Fundación Cultura de Paz” y ex Director General de UNESCO, publicada en la página Editorial de EL DIARIO, quien manifiesta su preocupación y formula su reclamo, por los negativos resultados de la Cumbre de la Tierra, realizada hace 20 años en Río de Janeiro – Brasil, cuyo principal Objetivo era la urgencia de restañar las heridas que aquejan a la Madre Tierra y que pese a la cuidadosa Agenda que redactaron con Naciones Unidas, para la mencionada Cumbre de Río de Janeiro, esta no prosperó por la ausencia y poca voluntad de cooperación de los países potencialmente más ricos del Orbe, como son Kioto, Lurban y otras grandes potencias, que son los más responsables de la contaminación ambiental por la emisión de gases de efecto invernadero que contaminan la tierra, el mar y el aire. Estas potencias a través de sus Representantes no se comprometieron alegando que cuando se trata de procesos potencialmente incurables y sometidos a la ética del tiempo, respuesta que representa una gravísima afrenta para la humanidad.
En esta forma al paso del tiempo llegamos a la fecha actual sin dinero ni fondos de cooperación para llevar a la práctica urgente y necesaria los Objetivos del Milenio. En la nueva Cumbre de la Tierra se anuncia de nuevo la indiferencia y ambigüedad de las súper potencias mundiales cuando el estado de la Tierra es más grave..
Deseamos fervientemente que el llamado que formula Don Federico Mayor de Zaragoza, sea escuchado y haya una respuesta favorable a sus requerimientos tan justos y humanitarios y que las superpotencias cooperen efectivamente para llevar a la realidad los Objetivos del Milenio y en esa forma frenar el deterioro paulatino de la Madre Tierra, la Casa Grande de Toda la Humanidad. Sea una patente realidad este engaño pensando especialmente en la juventud y los niños que merecen vivir en un mundo de Paz y Seguridad, sólo de esa manera podremos decir “Feliz Año Nuevo”... que el Niño Jesús nos ayude para hacer efectivo y real este Saludo que brota del corazón.
¡FELIZ AÑO NUEVO¡
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