Las consolas de nueva generación (Playstation 3, Nintendo Wii y Xbox 360) presentan una opción que fue muy aplaudida por analistas, psicólogos, sociólogos y entendidos en el proceso de interacción que genera el videojuego.
Control Parental, elemento incluido en la configuración de las consolas de Séptima generación, permite que los padres de familia o tutores puedan normar el uso de ciertas categorías de videojuegos que consideren nocivas, violentas y no apropiadas para los niños y jóvenes, es decir, cada juego corresponde a una categoría que es identificada con una letra en la esquina de las cajas de los games.
Por ejemplo Mature (M) que hace referencia a juegos para adultos por su contenido, Everyone (E) anuncia que el juego es apto para toda edad, entonces basta con incluir estas letras en este control para prohibir el uso del juego que queremos bloquear, además de una contraseña; con todo lo mencionado, cuando el niño o joven introduzca el juego observado por su padre o tutor, no podrá jugarlo sino aplica la contraseña que sólo su apoderado conoce, evitando de esa manera el uso de videojuegos prohibidos y que tienen observaciones desde el contenido, jugabilidad, personajes, etc.
Con esta opción las empresas de videojuegos han tomado cartas en las protestas que muchas sociedades han generado en contra de este entretenimiento, ahora el padre debe ejercer control, conociendo al videojuego y las opciones que presenta, no sólo entregando al niño la consola y olvidándose, ahora participa activamente de esta tecnología controlándola.
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