Si te dijeran que mañana vas a morir, ¿qué harías en tus últimas horas de vida? Esta pregunta que a veces nos hacemos entre bromas o simplemente por darle vuelo a nuestra imaginación podría estar muy presente en nuestro día a día si llevásemos un reloj con la cuenta atrás del tiempo que nos queda.
La bizarra idea, que parece sacada de la película «In Time», de Justin Timberlake, ha sido llevada a la realidad. El investigador sueco Fredrik Colting ha creado el Tikker, es decir «el reloj de la muerte» que señala los años, los meses, los días, los minutos y los segundos que quedan para que su propietario se vaya de este mundo.
«La vida de cada uno de nosotros no tiene una fecha de caducidad y aunque se tienda a evitar el argumento, la muerte no es una sorpresa para ninguno y aunque no es negociable, la vida sí lo es. Es por esto que tenemos que aprender a amarla y a aprovechar cada momento, siguiendo nuestro corazón», señala Colting.
Un cuestionario
No obstante, antes de poner en marcha el reloj, su futuro dueño tendrá que responder a una serie de preguntas sin ningún fundamento científico sobre su historia clínica y familiar (casos de alergia o enfermedades crónicas) y acerca de sus hábitos de consumo (alcohol, humo, dieta), la actividad física que practica y el propio peso. Tras el recuento de puntos el usuario obtendrá la fecha de su muerte y el Tikker empezará a consumir el tiempo restante.
«La idea de desarrollar este experimento me vino después de la muerte de abuelo, quien me hizo reflexionar sobre la caducidad de la vida y me hizo entender la importancia de disfrutar de cada momento, porque si todos fuéramos conscientes de que se aproxima nuestro fin realizaríamos seguramente elecciones mejores. Esto es por lo que más que un reloj de la muerte lo considero una especie de aparato de la felicidad», según cuenta al «Daily Express».
Por el momento, la única cuenta atrás que está en marcha es la del sitio web de crowdfunding Kickstarter, donde el «Tikker Team» - formado por Colting, junto al diseñador sueco Gustaf Wollin y la experta de marketing Rebecca deRosa- espera recaudar cerca de 18.500 euros antes del 1 de noviembre con las ventas de estos relojes.
El precio de cada uno es de 43 euros y ofrece la posibilidad de consultar también la hora normal, por lo que su poseedor puede fijarse mejor en qué hora es y no en cuánto tiempo le queda para morirse, aunque de vez en cuando no le vendría nada mal echar un vistacillo para darse cuenta de que hay que intentar disfrutar cada momento de la vida. Si al final solo se trata de un «gadget».
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