En comparación a otras fechas de regocijo, el Día del Padre en Bolivia tiene una historia reciente. Fue en 1974, cuando a través de un Decreto Supremo se decidió que el 19 de marzo se debía celebrar a los progenitores como un merecido reconocimiento a su sacrificio y entrega hacia sus hijos.
El 19 de marzo se agasaja también a los radialistas, a los carpinteros y se celebra la festividad de San José, padre de Jesús y es precisamente en su honor que se eligió esa fecha en Bolivia y en varios países del mundo para recordar a los padres.
Es una fecha que no pasa inadvertida. El padre, junto a la madre, son los pilares fundamentales para mantener unido un hogar.
El rol del jefe del hogar no es para nada sencillo, muchos dicen que solo se puede entender al padre, cuando se es padre y es que esa noble labor se puede resumir en una mezcla de trabajo y a la vez sacrificio; de amor pero al mismo tiempo severidad, aptitudes necesarias para guiar a los hijos a través del camino correcto.
Si bien, el rol de la mujer en la sociedad cada vez acapara mayor protagonismo, el trabajo del padre también se destaca al interior de una familia, especialmente de aquellos que por azares del destino o por alguna decisión personal, han debido asumir no solo la tarea de llevar el pan del día al hogar, sino también porque han tenido que llenar el vacío y, en no pocos casos, tratar de suplir a una madre.
Lograr un mejor futuro para los hijos, es la principal motivación para los padres que luchan a diario para alcanzar esa meta que no es sencilla.
Es para aquellos padres que va este reconocido agasajo y a la vez agradecimiento porque gracias a ellos tenemos días mejores.
¡Felicidades y muchas gracias queridos padres!
No hay comentarios:
Publicar un comentario