En ocasiones es realmente imposible acercarnos más a lo que estamos fotografiando. Para estos casos, lo mejor es utilizar teleobjetivo.
Les presentamos el caso de este Canon EF 200-400 mm f/4L IS. Como su propio nombre indica, la longitud focal oscila entre los 200 y los 400 milímetros, o lo que es lo mismo, vemos cosas que están muy lejos. No son valores espectaculares en este sentido, ya que muchos teleobjetivos de gama baja ofrecen longitudes focales similares. No obstante, 400 mm es un longitud focal más que respetable. Además, si se queda corta, el objetivo cuenta con la posibilidad de ampliar de manera electrónica un poco más este valor. Gracias a este multiplicador 1.4x, se puede llegar a los 560 mm. El asunto es cómo queda realmente la foto. Y es que cuando empezamos a tirar de zoom, suelen aparecer bastantes problemas.
El Canon EF 200-400mm f/4L IS cuenta con una lente construida (cómo es habitual en Canon) con elementos de flourita. Esto permite una baja dispersión de la luz a través de la lente, además de reducir la aberración cromática, propia de estas situaciones.
Otro de los elementos fundamentales es el enfoque. Canon ha querido incluir diversas tecnologías para mejorar este apartado en este teleobjetivo. Por una parte cuenta con un sistema de enfoque automático rápido y silencioso de tipo anillo. Además, han mejorado el enfoque durante la grabación de vídeo en modo manual o automático.
Les presentamos el caso de este Canon EF 200-400 mm f/4L IS. Como su propio nombre indica, la longitud focal oscila entre los 200 y los 400 milímetros, o lo que es lo mismo, vemos cosas que están muy lejos. No son valores espectaculares en este sentido, ya que muchos teleobjetivos de gama baja ofrecen longitudes focales similares. No obstante, 400 mm es un longitud focal más que respetable. Además, si se queda corta, el objetivo cuenta con la posibilidad de ampliar de manera electrónica un poco más este valor. Gracias a este multiplicador 1.4x, se puede llegar a los 560 mm. El asunto es cómo queda realmente la foto. Y es que cuando empezamos a tirar de zoom, suelen aparecer bastantes problemas.
El Canon EF 200-400mm f/4L IS cuenta con una lente construida (cómo es habitual en Canon) con elementos de flourita. Esto permite una baja dispersión de la luz a través de la lente, además de reducir la aberración cromática, propia de estas situaciones.
Otro de los elementos fundamentales es el enfoque. Canon ha querido incluir diversas tecnologías para mejorar este apartado en este teleobjetivo. Por una parte cuenta con un sistema de enfoque automático rápido y silencioso de tipo anillo. Además, han mejorado el enfoque durante la grabación de vídeo en modo manual o automático.
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