Dados, fichas y tableros han sido desde siempre los elementos clásicos de los juegos de mesa. Con ellos bastaba para reunir a la familia en torno a clásicos como Monopoly hasta éxitos recientes como Catán.
Pero la aparición de los videojuegos hizo que las nuevas generaciones perdieran interés por ellos, lo que obligó a las industria a reinventarse. Primero lo hizo lanzando ediciones especiales (como Monopoly El Señor de Los Anillos), luego cambiando las reglas para hacerlos más dinámicos y ahora, integrando la tecnología del momento: tabletas y celulares en vez de dados, dinero y fichas.
Aunque en 2012 comenzaron a aparecer juegos de mesa que integraban estos dispositivos, en la última Toy Fair realizada en Nueva York terminaron por consagrarse como una tendencia que, además, se está expandiendo hacia otro tipo de juguetes cada vez más tecnologizados.
AGREGADO DIGITAL
¿Cómo funciona esta fusión? Depende de cada juego. Un buen ejemplo es el de Monopoly Zapped, lanzado por la compañía Hasbro a fines del año pasado. El juego funciona como el clásico juego de compra y venta de propiedades. Tiene dados, fichas, eventos y las mismas reglas que todas las versiones. La principal diferencia es que al medio tiene un espacio donde colocar un iPad. A la tableta se le baja una aplicación gratuita asociada al juego, para convertirla en eso que nadie quiere hacer: repartir dinero y organizar el juego. Es decir, la tableta actúa como banca.
Cada transacción que se realiza se hace digitando el precio de la propiedad en la tableta y luego colocando una tarjeta electrónica sobre ella que contiene el total del dinero del jugador. Al sólo contacto el descuento se realiza de manera inalámbrica.
Otra novedad: la aplicación para la tableta contiene una serie de minijuegos. Por ejemplo, para salir de cárcel, el jugador afectado tiene la posibilidad de lanzar a un personaje en un juego que simula al Angry Birds. Si el lanzamiento es bueno saldrá, sino seguirá castigado.
NUEVA INTERACCIÓN
La interacción entre lo físico y lo digital es lo que define a esta nueva generación. Y así parece entenderlo la industria. Un juego de mesa presentado en la Toy Fair, llamado “America’s Funniest Home Videos” usa los celulares como parte esencial del juego. En algunos casilleros, los usuarios deben escanear un código QR con sus dispositivos, los que liberarán un video que contiene preguntas o desafíos, como por ejemplo, adivinar en qué va a terminar un clip para seguir avanzando. Otros códigos se ubican dentro del tablero y permiten obtener puntos o espacios para avanzar. Un caso similar es el juego Apptivators, que posee diferentes figuras que interactúan de manera distinta con las situaciones que aparecen en la tableta.
Matías Arjona, gerente de Devir Chile, empresa distribuidora de juegos de mesa, cuenta a La Tercera que la experiencia de estos juegos depende mucho de cómo su mecánica se traduce en el campo digital. “Hay juegos como Catán, en donde gran parte del juego se realiza con comercio y trueques entre jugadores, por lo que una versión digital no ayuda mucho, pero hay otros como Carcassone y Genial, donde se trata de dominar territorios y allí el trabajo digital es mucho más útil”, explica.
Arjona cuenta que juegos como Hero Clix, donde objetos reales que hoy se mueven a mano en tableros de cartón donde ganan o pierden vidas, ahora se podrán poner sobre una tableta, la que cambiará los mapas automáticamente y permitirá descontar vidas sin tener que girar físicamente un dial que tienen las figuritas. Cambios en un mercado que, aun ante la amenaza del videojuego, se resiste a retirar sus fichas.
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